El fenómeno Xóchitl Gálvez se desinfló como afirmó el presidente Andrés Manuel López Obrador. En los últimos días, diversos analistas han señalado fallas en su campaña que ponen en riesgo su capacidad para convertirse en una candidata presidencial competitiva durante el proceso electoral del 2024.
Algunas críticas apuntan a su falta de proyecto político, otras a la indiferencia de su coordinador de campaña, Santiago Creel, y otras más se ha dirigido recientemente a un personaje poco conocido, pero considerado el cerebro detrás de su campaña, se trata del publicista Víctor Covarrubias.
El también conocido como Pico Covarrubias es un reconocido, premiado y exitoso publicista comercial que incursionó en el campo electoral hace casi 25 años, con la fallida campaña de Victoriano Delfín para la presidencia municipal de Tierra Blanca, Veracruz, señala Raymundo Riva Palacio en su columna El cerebro detrás de Xóchitl.
Covarrubias comenzó como diseñador en el periódico Unomásuno, cuando era dirigido por Luis Gutiérrez, y se vinculó con Gálvez en la campaña para la gubernatura de Hidalgo de la priista Carolina Viggiano, quien se lo recomendó ampliamente. “Le dijo que no le creyera a nadie salvo a él”, contó a Riva Palacio una persona que estuvo cerca de esa campaña.
Finalmente, Viggiano perdió la elección ante el candidato de Morena, Julio Menchaca, por más de 30 puntos de diferencia, un fracaso que a Gálvez simplemente no le importó. Pero ese no ha sido el único. Covarrubias también participó en la campaña presidencial y de gubernatura en el Estado de México de Josefina Vázquez Mota, en la presidencial de Ricardo Anaya y en la de Alejandra del Moral, para la gubernatura del Estado de México. Todas resultaron en derrotas.
A pesar de los resultados negativos, Gálvez siguió el consejo de Viggiano y no le guarda tanta confianza a ningún integrante de su campaña como a Covarrubias. Es “a quien le cree absolutamente todo”, asegura Riva Palacio.
¿En qué estrategias ha estado detrás ‘Pico’ Covarrubias?
Covarrubias ha estado detrás las iniciativas mediáticas más conocidas de Gálvez, como cuando se puso una botarga de dinosaurio para protestar en el Senado contra la reforma electoral o cuando tomó su bicicleta para llegar hasta Palacio Nacional a exigir al presidente el derecho de réplica por imputaciones falsas que dijo sobre ella. Esto último funcionó como trampolín para que saltara de su aspiración de gobernar la Ciudad de México, a gobernar el país, señala Riva Palacio.
Covarrubias también ha participado en la creación de spots para remarcar la intransigencia del López Obrador y del símbolo de la ‘X’ con los dedos, que ha servido para identificar a la precandidata.
Sin embargo, actualmente la campaña de Gálvez no ha podido salir de las críticas vacías al presidente y a Claudia Sheinbaum.
“No ha logrado Covarrubias cambiar el destino de su campaña, que apunta al despeñadero, pero esta percepción no es compartida por Gálvez, que dice que están haciendo las cosas bien”, sentencia Riva Palacio y asegura que de no cambiar la dirección será la precandidata quien cargue con la derrota.
