Guillermo del Toro, el mexicano enamorado de los monstruos, se llevó el tercer Oscar de su carrera con por su versión animada de Pinocho. A pesar de grabar algunas escenas de su cinta con ayuda de una productora mexicana, en Guadalajara, el cineasta tapatío no vive en México.

El cineasta recibió el su estatuilla este domingo, de manos de los actores Dwayne Johnson y Emily Blunt y dijo: “Animación es cine, la animación está lista para ser llevada al siguiente nivel, mantengámoslo en la conversación. Quiero agradecerle al amor de mi vida, Kim, a mis hijos, a mi madre, a mi padre que están aquí conmigo (en su corazón). Soy su hijo y los amo”.

Fue precisamente un hecho violento que involucró a su familia lo que lo obligó a irse del país, aunque cuando el director de La forma del agua (filme que le dio 2 Oscar) visita las calles de su natal Jalisco hace un recorrido por la nostalgia a varios lugares como Churros La Bombilla, Nevería El Polo Norte, el Mercado de Santa Tere y Los Laureles, una taquería que frecuenta desde niño, donde siempre pide su Chaparrita de mandarina para acompañar sus tacos de cochinita.

¿Por qué Guillermo del Toro no vive en México?
En mayo del año pasado, durante la edición 75 del Festival de Cannes, Guillermo del Toro se sinceró sobre el hecho violento que lo llevó a mudarse a Estados Unidos: “Me hubiera quedado en México toda mi vida, pero el secuestro de mi padre cambió mi vida”.
En ese entonces aseguró que gracias a una de sus películas más reconocidas, Cronos, tuvo la oportunidad de continuar con su profesión en Estados Unidos.

Además, en una entrevista con The Hollywood Reporter, en 2017, el mexicano dio detalles sobre lo que sucedió con su papá, Federico del Toro:

“Recibimos la llamada telefónica y nos indicaron que no contactáramos a la policía. Hi hermano mayor me llamó y me dijo: ‘Se lo llevaron’, y no necesitaba dar explicaciones. Sabía lo que quería decir”.


Federico del Toro fue secuestrado en México. (Foto: Especial).

James Cameron ayudó al rescate de Federico del Toro
En aquel entonces Guillermo del Toro no eran tan conocido a nivel internacional, pero el debut de Cronos en el Festival de Cannes de 1993 hizo que conociera a otros exponentes del séptimo arte como James Cameron, el director de Avatar: The Way of Water.

“Llamé a Jim Cameron, que era un buen amigo, ha sido un buen amigo durante 25 años. Lo llamé y le dije: ‘¿Qué hago?’ Porque pensé que Jim era una persona muy sabia”.

El director estadounidense apoyó a Guillermo, contrató a un negociador que pagó 250 mil dólares por el rescate (alrededor de cuatro millones de pesos en la actualidad).

Afortunadamente Federico del Toro regresó a salvo con su familia y a finales de ese mismo año toda la familia, incluido el director, se mudaron a Estados Unidos. El mexicano reveló a Hollywood Reporter que el cambio fue bastante difícil para él:

“Lo hice sin ayuda financiera. Lo hice con el dinero que me quedaba de hacer Mimic, porque el dinero que ganaba lo usaba para pagar un cuarto de millón de dólares que debía”.


Guillermo del Toro y James Cameron vivieron juntos (Foto: EFE)

Afortunadamente la carrera del director mexicano despegó cuando realizó la adaptación del cómic de Blade en 2002, lo que le permitió crear cuatro años después una de sus películas más famosas que incluso obtuvo nominaciones al Oscar: El Laberinto del Fauno (2006).

El sitio especializado de Celebrity Net Worth, dedicado a calcular la fortunas de los famosos, menciona que el patrimonio del director de El Espinazo del Diablo ronda los 40 millones de dólares (cerca de 752 millones de pesos mexicanos), lo cual ha sido producto de su carrera en el cine.

Guillermo del Toro y James Cameron mantienen una relación de amistad que se ha fortalecido a través de los años, incluso pasaron un tiempo como roomies, cuando se dedicaban tiempo a ver anime todas las noches y su tiempo juntos los inspiró en algunos de sus futuros proyectos.