Una estrella mundialmente famosa que juega al fútbol en la cárcel en igualdad de condiciones con los demás reclusos, excepto por su talento todavía intacto para poner la pelota donde le conviene. Hace exactamente nueve meses, esta era la realidad —acompañada de manera incrédula por los aficionados a través de vídeos que se filtraron desde el complejo carcelario— de Ronaldinho, preso en Paraguay junto a su hermano Roberto de Assis Moreira por falsificación de pasaportes. Pintaba como el peor año de su carrera como estrella internacional, pero al final, el año 2020 ha terminado registrando beneficios y aún más visibilidad para el exjugador.
Fueron 171 días de detención en la capital paraguaya. En un acuerdo realizado con la justicia local, los hermanos acordaron pagar una multa de 200.000 dólares a cambio de suspender el proceso. Durante todo el periodo de detención, la mayor preocupación de los hermanos, además de los familiares que se quedaron en Brasil, era que este episodio pudiera perjudicar la imagen de Ronaldinho y hacer imposible su carrera en la publicidad. Sin embargo, la prisión no parece haber afectado su lugar en el mercado. Cuatro meses después de salir de la cárcel, la estrella ya ha ganado más de cinco millones de reales (unos 940.000 dólares) en participaciones y campañas publicitarias.
Poco después de su liberación en Paraguay, ha estado en Belo Horizonte, contratado por una compañía de seguros de Minas Gerais para poner en marcha las obras del estadio del Atlético, club con el que Ronaldinho ganó la Copa Libertadores en 2013. En otra aparición financiada por la marca, la estrella dio positivo para la covid-19, y el evento, al que asistieron varios niños, tuvo que ser pospuesto hasta noviembre.
Aprovechando su vínculo con Belo Horizonte, donde recibió el título de ciudadano honorario, Ronaldinho ha abierto un estudio para poner en marcha su lado musical. Grabó un clip junto al grupo Recayd Mob y al rapero Djonga en el proyecto bautizado como Tropa do Bruxo. Con una apuesta en el trap, un género musical que se ha convertido en una sensación del momento, la nueva aventura refuerza la fama bon vivant de la estrella, rodeado de bebidas y mujeres en la mayoría. En menos de una semana, el vídeo ha acumulado más de un millón de vistas en YouTube. Aprovechando la visibilidad del grupo la Tropa, Ronaldinho ha lanzado su marca de ginebra orgánica, R-ONE, y ha promovido el Vino de los Campeones, su primera línea de bebidas.
También en diciembre, Ronaldinho ha protagonizado la campaña publicitaria de Buser, una aplicación de viajes. Al igual que en el clip de Tropa do Bruxo, el exjugador aparece tocando tambores dentro de un autobús alrededor de varias mujeres y parodiando el éxito de Zeca Pagodinho (famoso cantante de samba) que estremeció a Brasil en el Mundial de 2002: Deixa a vida me levar. Otra campaña en la que ha participado después de su arresto es la de Betcris, un sitio web de apuestas deportivas con el que había firmado un contrato desde el año pasado. La situación que vivió en Paraguay obligó a la marca a retrasar sus acciones publicitarias, que incluían carteles exhibidos en los juegos del Campeonato Brasileño, que fueron lanzados solo a finales de agosto.
Ronaldinho también ha incrementado su presencia en el universo de los juegos. Además de la publicidad en la competencia Pro Evolution Soccer (PES) y FIFA, ha creado su propio equipo de e-sports, el R10 Team, que en octubre ha ganado un uniforme personalizado en la última edición del juego de EA Sports. La empresa consideró la posibilidad de excluir el nombre y los avatares de Ronaldinho de su juego debido a la exposición negativa a pasaportes falsos, pero optó por mantenerlo hasta una decisión final de los tribunales paraguayos. En el negocio de los balones, la estrella también firmó un vínculo de embajador oficial con la plataforma FMS, una red social dirigida a los jóvenes jugadores.
Aunque ya se ha reunido con el presidente Jair Bolsonaro en persona y haya sido nombrado embajador del turismo brasileño, Ronaldinho ha permanecido distante del Gobierno desde su liberación. En marzo, el entonces ministro de Justicia, Sergio Moro, incluso se puso en contacto con las autoridades paraguayas, pero negó que hubiera intercedido por la liberación del exjugador. Por ahora, según el consejero de la estrella, no se planea ninguna acción con Embratur (Agencia Brasileña de Promoción Internacional del Turismo), que lo ha nombrado para el puesto informal en septiembre del año pasado, ni con el ministerio de Turismo.
La expectativa para el 2021, por ahora, implica el lanzamiento de una película sobre la trayectoria de Ronaldinho. En el adelanto de la producción, aún sin fecha prevista para el lanzamiento, se le ha definido como “el hombre más feliz del mundo”. “Una fase difícil llega a su fin, gracias a Dios. No tengo palabras para agradecer todo el afecto y el apoyo que he recibido en estos últimos meses”, escribió a sus fans cuando se divulgó la película, tres días después de haber sido liberado. A pesar de la humillación de pasar su cumpleaños número 40 en la cárcel y la tristeza por estar lejos de su madre Miguelina, internada con la covid-19, en Navidad, el año más azaroso de Ronaldinho reservó un final feliz y no menos provechoso para la familia Assis Moreira.