Vladimir Putin asiste a una ceremonia de investidura en el Kremlin, en Moscú, Rusia, el 7 de mayo de 2024. Foto Xinhua

Moscú. El Kremlin no renuncia al diálogo con los gobiernos de Occidente, pero éstos “tienen que elegir: van a seguir intentando contener el desarrollo de Rusia, continuar su política de agresiones y de ejercer presión sobre nuestro país durante años o van a emprender la vía de la cooperación y la paz”, afirmó este martes su titular, Vladimir Putin.

Lo ofreció durante el breve discurso que pronunció después de tomar posesión como presidente de Rusia para un quinto periodo sexenal, el primero desde que reformó la Constitución hace cuatro años para poder aspirar a la reelección dos veces más.

“Insisto –prosiguió Putin– el diálogo, incluido sobre cuestiones de seguridad, de estabilidad estratégica, es posible. Pero no desde posiciones de fuerza, sin ningún tipo de prepotencia, altanería y exclusividad, únicamente en pie de igualdad, respetando los intereses del otro”.

Aseguró que Rusia está abierta a fortalecer relaciones con “todos los países que ven en la Federación Rusa un socio fiable y sincero, y son en efecto la gran mayoría del mundo”. Señaló que junto con sus aliados de integración euroasiática y otros centros de desarrollo soberanos “seguiremos contribuyendo a configurar un orden mundial multipolar y un sistema de seguridad equitativa e indivisible”.

El capítulo de sus palabras dedicado al quehacer político interno, revistió un marcado carácter protocolario. Putin agradeció a los rusos la confianza depositada en él y prometió “continuar sirviendo al pueblo y hacer más grande y poderosa a la Federación Rusa”.

Concluyó así: “Somos una nación grande y unida, y juntos superaremos todos los obstáculos, concretaremos todo lo planeado, y juntos, venceremos”, pero no mencionó directamente ganar la guerra en Ucrania.

La ceremonia de toma de posesión, hecha a la medida de su protagonista, tuvo como escenario el Gran Palacio del Kremlin moscovita, donde cerca de 5 mil invitados –miembros de la élite gobernante y del cuerpo diplomático, excepto los embajadores de Estados Unidos y una veintena de países de la Unión Europa que no quisieron asistir–, distribuidos en varias salas vieron pasar, mientras lo aplaudían de pie, a un Putin solitario que se dirigía hacia la sala de San Andrés.

Ahí, el presidente de la Corte Constitucional, Valeri Zorkin, lo proclamó jefe de Estado, tras pronunciar Putin el juramento presidencial con una mano sobre la Carta Magna. Luego de decir su breve discurso, el mandatario recibió, en la plaza de las catedrales del Kremlin, los honores de la guardia presidencial que desfiló delante de él.

Y como parte de la ceremonia, Putin asistió en uno de los templos a una misa para él solo, oficiada por el Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa, Kiril, quien bendijo su nueva gestión presidencial.

Acto seguido, como establece la Constitución, el gobierno de Rusia en pleno presentó su dimisión y hasta que se forme el nuevo Gabinete todos sus integrantes, encabezados por el primer ministro, Mijail Mishustin, seguirán ejerciendo funciones.

La Duma o Cámara de diputados programó para el viernes 10 de mayo la ratificación de la nueva composición del gobierno y se espera que habrá varias remociones de titulares de cartera y viceprimeros ministros, incluso no todos los analistas tienen claro si se mantendrá Mishustin.

Unos están convencidos de que Mishustin es el candidato ideal para encabezar ahora el gobierno, pero otros apuestan a que el nuevo primer ministro –por simple casualidad entre los aspirantes que más se mencionan– se llamará Serguei (Sergio).

Y sostienen que podrían dar la sorpresa Serguei Kiriyenko, encargado de la política interna en la Oficina de la Presidencia y que ya se desempeñó como jefe de gobierno con el presidente Boris Yeltsin, o Serguei Sobianin, ex jefe de la misma instancia presidencial donde se configuran las políticas del Estado y actual alcalde de Moscú.

Tampoco es claro si seguirá el ministro de Defensa, Serguei Shoigu, después de la detención de su protegido Timur Ivanov por un escándalo de corrupción, aunque hay politólogos que creen que en esta etapa de la “operación militar especial” no sería conveniente cambiar al titular de la cartera a cargo de ésta.

Plan para asesinar a Zelensky

El SBU (Servicio de Seguridad de Ucrania), mediante un comunicado, anunció este martes que desmanteló una red que planeaba asesinar al presidente Volodymir Zelensky, al jefe de la inteligencia militar, Kyrylo Budanov, al propio titular del SBU, Vasyl Maliuk, y otros altos funcionarios ucranios.

“La red de agentes, coordinada por el FSB (Servicio Federal de Seguridad) desde Moscú, incluía a dos coroneles de la Seguridad de la Administración del Estado (SAE, organismo que se encarga de la protección de los dirigentes ucranios), quienes pasaban información secreta a Rusia”, asegura el comunicado.

La Fiscalía ucrania, por su parte, acusa a los coroneles del SAE, detenidos por el contraespionaje del SBU, de cometer los delitos de alta traición y terrorismo. Uno de ellos, en la versión de la fiscalía, “recibió del FSB dos drones y munición que debía entregar a terceras personas para llevar a efecto los atentados contra los dirigentes”.

La entrega se produjo en territorio ucranio, de acuerdo con las grabaciones de supuestas conversaciones que mantuvo el detenido con su contacto del FSB, difundidas por el SBU. “El enemigo quería reclutar miembros del equipo de seguridad del presidente Zelensky para secuestrarlo y matarlo”, aseveran las autoridades ucranias.