El Ministerio de Exteriores de Turquía ha afirmado este martes que la oleada de ataques contra Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, demuestra “una vez más” que el Gobierno del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, “no actúa de buena fe”.
“Una ofensiva contra Rafah no solo afectará a la región, sino al mundo entero. Israel debe retirarse inmediatamente del lado palestino del cruce fronterizo de Rafah. Debe restaurarse sin más demoras el ‘statu quo’ en Rafah y en el cruce fronterizo”, ha señalado en un comunicado el portavoz de Exteriores, Oncu Keçeli.
Este paso por parte de Israel se da, según Ankara, después de un “avance positivo” en el marco de las negociaciones entre las partes para llegar a un acuerdo que ponga fin a “la destrucción y la masacre” en el enclave palestino, controlado por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas).
En este sentido, Turquía ha aplaudido que Hamas haya aceptado en la víspera la propuesta de acuerdo planteada por los países mediadores, Egipto y Qatar, para un alto el fuego en Gaza y la liberación tanto de rehenes como de presos palestinos.
El Ejército israelí ha confirmado a primera hora del día la toma de la parte palestina del paso de Rafah, que sirve como uno de los principales puntos de entrada de ayuda humanitaria hacia el enclave, en el marco de lo que describe como una “actividad dirigida” en “zonas limitadas” contra “infraestructuras terroristas” de Hamas.
La operación ha sido lanzada horas después de que el gabinete de guerra israelí –creado tras los ataques ejecutados el 7 de octubre por Hamas– acordara “por unanimidad” seguir adelante con la potencial ofensiva sobre Rafah después de que el grupo islamista palestino afirmara que había aceptado una propuesta de alto el fuego presentada por Qatar y Egipto, argumentando que el texto respaldado por Hamas “está lejos” de las exigencias israelíes.