Jaime Barrera, una de las voces más respetadas del periodismo jalisciense, salió el lunes del programa de radio que presenta a las 14.00, como cada día. “Y, como esto pasa, de repente, las fauces de la delincuencia se te asoman y te escupen en la cara y ya no sabes qué hacer”. Entre tres y cuatro personas armadas lo abordaron en Zapopan, en los alrededores de Guadalajara, lo obligaron a entrar a la fuerza en un coche tipo SUV, se lo llevaron. Esa noche, Barrera no llegó a su cita con la audiencia de los informativos nocturnos de Televisa Jalisco; su momento para narrarle a todo un Estado las noticias de la jornada: a menudo, sobre crimen organizado, violencia, desapariciones, corrupción. En su lugar, estuvo retenido 36 horas por un comando hasta que, este miércoles, ha sido liberado gracias a la enorme presión popular de sus compañeros de profesión y la sociedad civil. “Fue una odisea larga, terrible, pero afortunadamente terminó bien”, ha reconocido el comunicador, ya en libertad, en una entrevista con Ciro Gómez Leyva en Grupo Fórmula.
La conversación de Barrera con Gómez Leyva no está exenta de cierto simbolismo. Ambos periodistas son supervivientes del crimen organizado, amenazados por su trabajo en uno de los países más letales para la prensa en el mundo. “Creo que el movimiento de todo el gremio, de todas las personas que se solidarizaron y se interesaron en el caso, ayudó a que esto terminara bien, pero, pues vuelve a perturbarnos a todos en el contexto en el que estamos en esta contienda electoral y en lo que nos toca hacer la crónica de lo que sucede, de la injerencia que puede tener el crimen organizado, y eso molesta”, ha razonado Barrera, en referencia al aumento de la violencia política de cara a las próximas elecciones presidenciales del 2 de junio.
La liberación ha sido primero confirmada por la Fiscalía del Estado Jalisco, que ha asegurado que Barrera se encontraba sano y salvo. “Esta representación social continuará con los actos de investigación de gabinete y campo para esclarecer los hechos y capturar a quienes resulten responsables”, ha prometido el Ministerio Público en la madrugada de este miércoles. “Mi papá ya está con nosotros. Mi corazón sabía que siempre regresa a casa. Gracias a todas y a todos. Gracias gracias”, ha escrito en sus redes sociales la hija de Barrera, Iztul, candidata a diputada de Jalisco por Morena, el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Barrera ha explicado que su retención no se trató de un secuestro “porque no pidieron rescate”. Fue una amenaza, un aviso para que dejara de hacer su trabajo, para que no apuntara contra los intereses de los criminales que controlan abundantes regiones del país con total impunidad. “Fue una especie de advertencia de lo que yo escribo, de lo que yo digo”, ha dicho. El comando le preguntaba: “¿Quién te mandó escribir eso?”. “Pues no me mandó nadie escribir eso, eso era lo que era noticia ese día y eso escribí, y un poco de ahí no los sacas”, ha resumido el periodista.
La enorme presión popular, que incluso movilizó a decenas de personas el martes a manifestarse en la Plaza de la Liberación en Guadalajara para exigir a las autoridades la aparición con vida del comunicador, ayudó a su regreso. Pero el comando no le dejó ir sin antes amenazarle de nuevo: “Tengo que hablar bien con abogados y todo para hacer una crónica más precisa, aclarar ideas, ser muy preciso, porque quedan así como advertencias: ‘Hoy te vas, pero sabemos dónde vives, dónde estás, dónde está tu familia”.
Ojos vendados, manos atadas
El lunes, cuando salió de la radio, Barrera se dirigía a comer con sus hijos. Entonces aparecieron los hombres armados. Lo sacaron de su coche, lo acostaron en el asiento trasero de otro vehículo para que no pudiera ver a dónde iba. “Estuve en cautiverio con los ojos vendados, con las manos atadas, hincado en un sitio donde no veías la mayor parte del tiempo, y luego postrado, con un poco de agua”.
Las horas pasaron hasta que los criminales lo agarraron y lo abandonaron a la entrada del municipio de Magdalena, a una hora de Guadalajara. “Ahí yo pido ayuda y mientras pido ayuda de mi familia, de mis hermanos, también pido ayuda a las autoridades. Llega la Guardia Nacional, que me está acompañando en estos momentos”, ha narrado en Grupo Fórmula. “Uno queda medio tocado, qué te puedo decir yo a ti [a Gómez Leyva], pero en eso estamos, aquí estamos y con todo el ánimo de seguir adelante”, ha añadido el periodista.
Barrera ha contado que viajará a Ciudad de México en los próximos días para apelar al protocolo de defensa de periodistas, ya que según ha asegurado, el Gobierno de Jalisco no le ha ofrecido protección por el momento.”No me queda de otra, lo había evitado por todos los medios en otros incidentes menores, pero ya hoy que te lleven son cosas mayores”, ha resumido.
—Te plagiaron para intimidarte—, ha repreguntado Gómez Leyva.
—Sin duda alguna, y yo creo que el reto es no dejar que eso pase.
—La vida sigue.
—La vida sigue. Hay que tomar muchas precauciones, cuidar a los tuyos, pero que eso no limite el trabajo de uno, Ciro, yo creo.
Si todo va bien, Barrera espera estar de vuelta el lunes en primera línea, en Mega Radio, en el informativo nocturno de Televisa, en su columna de El Informador.