Han pasado ya cuatro meses desde el trágico accidente que sufrió el coche que conducía Anne Heche (Los Ángeles, 53 años), que acabó impactando contra una vivienda en Los Ángeles, California. La actriz no murió en el suceso, a pesar de que su vehículo quedó envuelto en llamas, pero permaneció en coma durante una semana en estado de muerte cerebral hasta que finalmente falleció en el centro de quemados Grossman. Ahora se han conocido los detalles de la autopsia y, aunque en un primer momento se hallaron restos de drogas en su cuerpo, el análisis ha concretado que murió por las quemaduras que le provocó el aparatoso incendio.

Más de medio centenar de bomberos trabajaron para sofocar el fuego, pero no lograron sacar a la actriz del vehículo hasta pasados 45 minutos. A su llegada, Heche incluso habló con ellos durante unos minutos hasta quedar inconsciente e ingresar ya en coma en el hospital. Finalmente, los médicos certificaron su muerte el 11 de agosto, aunque su corazón siguió latiendo dos días más para encontrar personas compatibles a las que donar los órganos.

Tras el accidente se habló de la posibilidad de que la intérprete estuviese bajo los efectos de las drogas y el alcohol en el momento del suceso y mientras conducía el coche. Pero ahora el portavoz del forense de Los Ángeles ha explicado a la revista estadounidense People los resultados: “El análisis de sangre realizado cuando ingresó en el hospital mostró la presencia de benzoilecgonina, el metabolito inactivo de la cocaína, lo que significa que la había consumido en el pasado, pero no en el momento del accidente”. Además, estas nuevas revelaciones también descartan el consumo de alcohol por parte de la actriz. “No había pruebas de sustancias ilegales en el momento del accidente”, han afirmado los forenses a la prensa estadounidense.

El informe indica que finalmente las quemaduras de Heche fueron tan graves que impidieron que su cuerpo absorbiera el oxígeno de manera efectiva, lo que provocó su lesión cerebral, que fue finalmente lo que acabó con su vida. El 40% de su cuerpo tuvo quemaduras de primer grado, más superficiales, mientras que el 12% las sufrió peores, de segundo grado, entre ellos el lado derecho de la cara y el cuello, el hombro derecho, la parte superior izquierda del pecho y los brazos. “Las fracturas externas que tenía le causaron mucho dolor a la hora de respirar dentro del vehículo, lo que le causó problemas a la hora de inhalar oxígeno, y ello contribuyó de forma significativa a su muerte”, han explicado los encargados de la autopsia.

Lo que Heche no dejó escrito fue un testamento, algo que inició a principios de septiembre una batalla legal por el patrimonio de la actriz entre su hijo mayor, Homer Laffoon, de 20 años (hijo de su primer marido, Coleman, con quien estuvo casada entre 2001 y 2009), y James Tupper, su expareja. Homer presentó una serie de documentos en los que solicitaba el control de los activos y en los que se menciona tanto a su hijo mayor como al pequeño, Atlas (hijo de Tupper), como herederos legítimos. Además, presentó una petición para ser el portavoz ad litem que represente los intereses del menor de edad, pero no ser su tutor. Semanas después, su expareja presentó un documento con el que supuestamente sería el último testamento de la intérprete, fechado en 2011. La respuesta del hijo mayor es que este carece de validez por no contar con la firma de la propia Anne Heche y por no haberse firmado delante de dos testigos, como exige la ley.

El próximo 23 de enero se publicarán unas memorias póstumas de la actriz, tituladas Call Me Anne (Llámame Anne), donde la actriz cuenta su ascenso a la fama a través de una serie de anécdotas que incluyen su relación con Harrison Ford, a quien la actriz consideraba su mentor; o su compleja relación sentimental con la presentadora Ellen Degeneres. También incluirá relatos de su infancia, su relación con Dios y su camino a amarse a sí misma.La actriz falleció el pasado 11 de agosto tras estar siete días en coma cerebral después del choque que sufrió en Los Ángeles y del que no consiguió recuperarse a causa de las quemaduras sufridas

Han pasado ya cuatro meses desde el trágico accidente que sufrió el coche que conducía Anne Heche (Los Ángeles, 53 años), que acabó impactando contra una vivienda en Los Ángeles, California. La actriz no murió en el suceso, a pesar de que su vehículo quedó envuelto en llamas, pero permaneció en coma durante una semana en estado de muerte cerebral hasta que finalmente falleció en el centro de quemados Grossman. Ahora se han conocido los detalles de la autopsia y, aunque en un primer momento se hallaron restos de drogas en su cuerpo, el análisis ha concretado que murió por las quemaduras que le provocó el aparatoso incendio.

Más de medio centenar de bomberos trabajaron para sofocar el fuego, pero no lograron sacar a la actriz del vehículo hasta pasados 45 minutos. A su llegada, Heche incluso habló con ellos durante unos minutos hasta quedar inconsciente e ingresar ya en coma en el hospital. Finalmente, los médicos certificaron su muerte el 11 de agosto, aunque su corazón siguió latiendo dos días más para encontrar personas compatibles a las que donar los órganos.

Tras el accidente se habló de la posibilidad de que la intérprete estuviese bajo los efectos de las drogas y el alcohol en el momento del suceso y mientras conducía el coche. Pero ahora el portavoz del forense de Los Ángeles ha explicado a la revista estadounidense People los resultados: “El análisis de sangre realizado cuando ingresó en el hospital mostró la presencia de benzoilecgonina, el metabolito inactivo de la cocaína, lo que significa que la había consumido en el pasado, pero no en el momento del accidente”. Además, estas nuevas revelaciones también descartan el consumo de alcohol por parte de la actriz. “No había pruebas de sustancias ilegales en el momento del accidente”, han afirmado los forenses a la prensa estadounidense.

El informe indica que finalmente las quemaduras de Heche fueron tan graves que impidieron que su cuerpo absorbiera el oxígeno de manera efectiva, lo que provocó su lesión cerebral, que fue finalmente lo que acabó con su vida. El 40% de su cuerpo tuvo quemaduras de primer grado, más superficiales, mientras que el 12% las sufrió peores, de segundo grado, entre ellos el lado derecho de la cara y el cuello, el hombro derecho, la parte superior izquierda del pecho y los brazos. “Las fracturas externas que tenía le causaron mucho dolor a la hora de respirar dentro del vehículo, lo que le causó problemas a la hora de inhalar oxígeno, y ello contribuyó de forma significativa a su muerte”, han explicado los encargados de la autopsia.

Lo que Heche no dejó escrito fue un testamento, algo que inició a principios de septiembre una batalla legal por el patrimonio de la actriz entre su hijo mayor, Homer Laffoon, de 20 años (hijo de su primer marido, Coleman, con quien estuvo casada entre 2001 y 2009), y James Tupper, su expareja. Homer presentó una serie de documentos en los que solicitaba el control de los activos y en los que se menciona tanto a su hijo mayor como al pequeño, Atlas (hijo de Tupper), como herederos legítimos. Además, presentó una petición para ser el portavoz ad litem que represente los intereses del menor de edad, pero no ser su tutor. Semanas después, su expareja presentó un documento con el que supuestamente sería el último testamento de la intérprete, fechado en 2011. La respuesta del hijo mayor es que este carece de validez por no contar con la firma de la propia Anne Heche y por no haberse firmado delante de dos testigos, como exige la ley.

El próximo 23 de enero se publicarán unas memorias póstumas de la actriz, tituladas Call Me Anne (Llámame Anne), donde la actriz cuenta su ascenso a la fama a través de una serie de anécdotas que incluyen su relación con Harrison Ford, a quien la actriz consideraba su mentor; o su compleja relación sentimental con la presentadora Ellen Degeneres. También incluirá relatos de su infancia, su relación con Dios y su camino a amarse a sí misma.