El barco cerealero 'Razoni', en el puerto ucranio de Odesa, en una imagen cedida por el Ministerio de Defensa turco. Foto: ANADOLU AGENCY (GETTY IMAGES)

El carguero Razoni levó anclas en la mañana de este lunes en Odesa, convirtiéndose en el primer buque comercial que parte del puerto ucranio desde que comenzó la invasión rusa el 24 de febrero. Se hace realidad así el corredor naval que, durante varios meses, han negociado los gobiernos de Kiev y Moscú bajo la mediación de Turquía y de Naciones Unidas. El objetivo es sacar los más de 20 millones de toneladas de grano bloqueados por la guerra y aliviar la crisis alimentaria que se vive en diversas regiones del planeta, especialmente en los países de África y Asia más dependientes de la producción agrícola de Ucrania.

“Ha salido de puerto el primer buque granelero desde la agresión rusa. Gracias al apoyo de todos nuestros socios y de la ONU hemos logrado implementar el acuerdo firmado en Estambul. Es importante para nosotros garantizar la seguridad alimentaria del mundo”, escribió en Twitter el ministro ucranio de Infraestructura, Oleksandr Kubrakov.

El mercante, con bandera de Sierra Leona, abandonó Odesa poco después de las 9.00 (8.00 en el horario peninsular español) cargado con 26.527 toneladas métricas de maíz con destino al puerto libanés de Trípoli. Deberá ser registrado en aguas turcas —adonde se prevé que llegue el martes por la tarde—, antes de proseguir hacia Líbano. Esta es una de las exigencias planteadas por la parte rusa. La negociación de los detalles con Moscú ha retrasado unos días la puesta en práctica del corredor, según reconocía el domingo el portavoz y asesor presidencial turco Ibrahim Kalin, uno de los arquitectos del acuerdo. “Los preparativos han alcanzado el punto de permitir a los barcos salir del puerto de Odesa. Los barcos están cargados y listos para partir, pero necesitamos buena coordinación logística. [Quedan] uno o dos detalles por acordar en las negociaciones con los rusos”, dijo el domingo Kalin durante una entrevista con el canal turco Kanal 7.

De hecho, el viernes, el presidente ucranio, Volodímir Zelenski, se desplazó a los puertos para supervisar los trabajos de carga de cereal junto a los embajadores de los países del G-7, y aseguró que varios buques estaban ya listos para partir.

El tráfico a lo largo del corredor se monitorea desde un centro de coordinación instalado en la Universidad Nacional de la Defensa en Estambul, en el que hay representantes militares de Ucrania, Rusia y Turquía, así como observadores de la ONU. “El Centro de Coordinación Conjunta (CCC) ha autorizado al M/V Razoni a navegar hoy [lunes] desde el puerto de Odesa. El CCC ha acordado las coordenadas y restricciones específicas del Corredor Marítimo Seguro Humanitario y ha comunicado los detalles de acuerdo a las prácticas de navegación internacional. El CCC ha pedido a todos sus participantes que informen a sus respectivas fuerzas armadas y otras autoridades relevantes sobre esta decisión para que garanticen el paso seguro del buque”, explicó el centro de coordinación en un comunicado.

Las partes implicadas en la coordinación participarán en las inspecciones de los buques que salgan o vayan a entrar a los puertos ucranios, una de las exigencias de Rusia a fin de evitar que el corredor sirva para hacer llegar armas a Ucrania. Fuentes ucranias, sin embargo, consideran que esta exigencia rusa es simplemente un modo de obstaculizar el tráfico del corredor naval. No en vano, las armas que los países de la OTAN envían a Kiev llegan a través de su frontera terrestre occidental. El compromiso de Moscú con el acuerdo también fue puesto en duda después de que sus Fuerzas Armadas bombardeasen infraestructura del puerto de Odesa solo un día después de la firma, el 22 de julio en Estambul.

El otro gran obstáculo para el corredor es la presencia de minas navales colocadas por Ucrania en sus puertos del mar Negro para frenar una posible invasión anfibia rusa. Finalmente, se ha decidido no proceder al desminado de los puertos, puesto que llevaría varios meses de trabajo, mientras que el acuerdo alcanzado en Estambul únicamente tiene una validez de 120 días. Además, los agricultores ucranios necesitan vaciar los silos lo más rápido posible para hacer sitio al cereal que se comenzó a cosechar el mes pasado.

En lugar del desminado, las autoridades ucranianas emitieron la semana pasada una notificación marítima por el sistema Navtex, que indica las coordenadas que los buques deben seguir para evitar las minas y acceder a los puertos de Odesa y Chornomorsk, designados para la salida del cereal junto al de Yuzhni, más al este. A su entrada a puerto, los buques serán guiados por barcos ucranios más pequeños. Con todo, estos primeros envíos de grano serán transportados en buques que ya se hallaban en puertos ucranios y que habían quedado allí bloqueados por la guerra.

La ONU felicitó a las partes por la partida del buque granelero desde Odesa que, según dijo una portavoz, espera que sea “el primero de muchos”. Además, anunció que el Programa Mundial de Alimentos planea fletar un buque de Naciones Unidas que cargue 30.000 toneladas métricas de trigo en Ucrania para ayudar a los países más necesitados.

También Bruselas se ha felicitado por el inicio de las operaciones. “La Unión Europea acoge con satisfacción la salida del primer barco comercial desde Odesa”, ha indicado el portavoz de Exteriores, Peter Stano, que ha añadido que la Unión espera la “implementación del acuerdo completo y la reanudación de las exportaciones ucranianas a puertos de todo el mundo”. Además, Stano ha explicado que el Líbano ha sido el primer país de destino del cereal ucraniano porque es uno de los más afectados por la guerra por su alta “dependencia” de las exportaciones desde Ucrania.

Por su parte, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, agradeció a Turquía su “papel fundamental” en la consecución del acuerdo. “Los aliados de la OTAN apoyan firmemente la plena aplicación del acuerdo para aliviar la crisis alimentaria mundial causada por la guerra de Rusia en Ucrania”, concluyó.