La FINA prohíbe a Anita Álvarez, la nadadora que se desmayó, participar en la final por equipos en los Mundiales

El conjunto estadounidense y la deportista habían acordado que disputaría la rutina libre pese a su desmayo en el solo libre del pasado miércoles en Budapest

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La Federación Internacional de Natación (FINA) ha comunicado esta mañana al equipo de natación sincronizada de Estados Unidos que excluye a la nadadora Anita Álvarez de la final de la rutina libre por equipos prevista para hoy a las cuatro de la tarde en los Mundiales de Budapest, según confirman fuentes del equipo estadounidense. La selección de natación artística de EEUU había resuelto que Anita Álvarez se reincorporaría a la competición tras sufrir un desvanecimiento que amenazó con ahogarla al término de la final del solo libre que se disputó el pasado miércoles por la tarde.

El incidente registrado en una espectacular serie fotográfica de la agencia France Press generó un creciente estado de alarma en los organizadores de los Mundiales. Esta mañana, el médico responsable de la salud de los deportistas en las piscinas de Budapest, el doctor Merkely Bela, declaró a un medio local húngaro que Anita Álvarez no estaba fisiológicamente preparada para soportar la exigencia de las pruebas de la natación artística al máximo nivel. “Hay diferentes tipos de atletas. Algunos toleran bien que la cantidad de oxígeno y dióxido de carbono varíe en su organismo. Pero hay quienes son más sensibles a esto, y Anita Álvarez es una de estas personas. Probablemente la natación sincronizada no sea para ella”, expresó el doctor Bela, en referencia a los largos periodos de apnea que deben tolerar los nadadores de las pruebas de sincronizada.

Andrea Fuentes, la seleccionadora española del equipo de Estados Unidos, los médicos de la federación americana y la nadadora Anita Álvarez, que también es la capitana del conjunto norteamericano, habían consensuado este jueves la participación en la final de la rutina libre colectiva de hoy. “Quiero terminar estos Mundiales con la cabeza alta”, declaró la nadadora este jueves. “Quiero estar con mis compañeras en la final, no las quiero decepcionar”, añadió.

La nadadora, de 25 años, explicó en una entrevista en EL PAÍS cómo ocurrió su desmayo: “Solo sentí que estaba dejando todo en la piscina. En la última figura, donde tengo que despedirme levantando un brazo, me recuerdo pensando: ¡Empuja ese brazo! ¡No abandones ahora! ¡Dalo todo hasta el último segundo!. En el pasado he sentido que me desvanecía. Esta vez creo que estaba muy conectada mentalmente, tan metida en mi papel, viviendo el momento tan intensamente, que estaba realmente disfrutando de mi actuación. Seguí, seguí, seguí… A veces no sientes dolor hasta que paras. Es como el atletismo. Me gusta correr. A veces estás corriendo y en el instante que paras es cuando sientes el golpe. En esta rutina me encontraba genial, tan cansada como siempre pero disfrutando. Y cuando sentí que por fin podía permitirme relajarme fue cuando todo se volvió negro. No recuerdo nada más”.