Joe Biden, este martes a su llegada al aeropuerto de Portsmouth, en New Hampshire. MANDEL NGAN (AFP)

Con la confirmación aún fresca del inicio de una nueva ofensiva rusa en el este de Ucrania para la “liberación” de la región de Donbás, Joe Biden ha citado este martes a sus aliados de la UE, la OTAN y el G-7 para tratar por videoconferencia las últimas noticias sobre la agresión rusa y para “discutir sobre la mejor manera de hacer que esta rinda cuentas”, según La Casa Blanca. El presidente de Estados Unidos ha anunciado después de la llamada y a su llegada al Estado de New Hampshire, adonde ha acudido a defender su plan de infraestructuras interno, que Estados Unidos enviará más ayuda militar a Kiev.

El lunes, un alto funcionario estadounidense compartió con la prensa datos de inteligencia que certificaban el reagrupamiento de las tropas para esa ofensiva, que ha provocado una nueva solicitud de asistencia del presidente ucranio, Volodímir Zelenski. Este martes, otro funcionario de la Administración de Biden, citado por la CNN, ha confirmado que se está trabajando “a una velocidad sin precedentes” para reunir esas armas y enviarlas rumbo al este de Ucrania.

Biden ha hablado desde la Sala de Crisis (Situation Room) durante casi hora y media con los primeros ministros italiano, Mario Draghi, británico, Boris Johnson, canadiense, Justin Trudeau, y japonés, Fumio Kishida; los presidentes francés, Emmanuel Macron, polaco, Andrzej Duda, y rumano, Klaus Iohannis; el canciller alemán Olaf Scholz y el secretario general de la OTAN Jens Stoltenberg, así como con los presidentes de la Comisión y del Consejo Europeos, Ursula von der Leyen y Charles Michel. Se ha convertido en una costumbre en estas ocho semanas de guerra que, a una reunión de estas características, siga el anuncio concreto de nuevas medidas de castigo contra Moscú.

En la conversación, la Unión Europea se ha comprometido a “endurecer las sanciones contra Rusia” y a “aumentar su ayuda económica a Ucrania”, según ha confirmado en su cuenta de Twitter Von Der Leyen, que ha calificado el encuentro como “importante” y ha agradecido a Biden su convocatoria. Michel, por su parte, ha resaltado “la necesidad de más apoyo humanitario, financiero y militar”. “La UE desarrollará un Fondo de Solidaridad para Ucrania para dar apoyo inmediato y para la reconstrucción de una Ucrania democrática”, ha asegurado en la citada red social, en la que Stoltenberg ha reiterado su exigencia al presidente ruso, Vladímir Putin, de que ponga fin a la guerra.

El canciller Scholz ha explicado que en el encuentro telemático se ha comprometido con los aliados a apoyar “financiera y militarmente” a Ucrania y que esa ayuda se canalizará “a través” de sus aliados occidentales, ya que el Ejército de su país no dispone de “las reservas necesarias”, según informa Efe. “El objetivo es fortalecer al ejército ucranio para que pueda hacer frente al ataque ruso”, ha añadido Scholz, que ha aludido al paquete de 100.000 millones de euros de inversiones anunciado por su Gobierno para “poner al día” el ejército de su país, tras décadas de desinversión en Defensa.

Roma ha emitido un comunicado en el que afirma que “[durante la videoconferencia] hubo un amplio consenso sobre la necesidad de aumentar la presión sobre el Kremlin, incluso mediante la adopción de nuevas sanciones. También se acordó que conviene incrementar la presión internacional”. Un asesor del Elíseo francés ha añadido: “Nuestro país está preparado para ofrecer garantías de seguridad”. Eso implica, ha sugerido, suministros militares para hacer frente a nuevos ataques.

El último anuncio de ayuda militar de Washington a Kiev llegó el 13 de abril, cuando Biden prometió a Zelenski “800 millones de dólares en armas, munición y otra asistencia de seguridad”.