Porfirio Javier Sánchez Mendoza (centro), jefe de la policía de Aguascalientes durante la toma de protesta como secretario de Seguridad Pública Estatal.

La Fiscalía General de la República (FGR) y el Ejército mexicano detuvieron el miércoles por la noche al jefe de la policía de Aguascalientes, Porfirio Javier Sánchez Mendoza, acusado de tortura, abuso de autoridad y falsedad de declaraciones. Según han informado las autoridades, la captura se produjo durante una reunión estatal de seguridad y el funcionario no opuso resistencia. Los agentes federales ejecutaron una petición de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que inició un trámite en su contra en 2016 tras la denuncia de una víctima que alegó haber sido torturado por el policía durante una de las épocas más oscuras de México: la fallida guerra contra las drogas de Felipe Calderón (2006 a 2012), cuyo secretario de Seguridad y jefe de Sánchez fue Genaro García Luna, encarcelado en Estados Unidos y pendiente de juicio por colaboración con el narcotráfico.

Con la captura de Sánchez Mendoza, el Gobierno mexicano amplía el cerco a los colaboradores de García Luna y supone un nuevo golpe a la Administración del panista Calderón. En julio de 2021 fue detenido Luis Cárdenas Palomino, mano derecha del exsecretario, por supuestamente haber ordenado y participado de la tortura de “presuntos secuestrados” en 2012, según la orden judicial. Se trataba del caso del montaje, en alianza con la cadena Televisa, de la banda de secuestradores conocida como Los Zodiaco, para la cual Cárdenas Palomino ordenó y participó en la tortura de cuatro personas y los obligó a firmar confesiones que los vincularan con ese grupo criminal. En este caso se encontraba la francesa Florence Cassez y el montaje terminó en un conflicto diplomático y una polémica alrededor de la policía, pero las torturas fueron reales, según un fallo judicial.

Sánchez Mendoza fue uno de los directivos de la extinta Agencia Federal de Investigación (AFI) y posteriormente formó parte de la Policía Federal cuando Cárdenas Palomino era jefe de inteligencia en la dependencia. Después, entre 2014 y hasta 2018, continuó en el organismo como director de situaciones tácticas en la Coordinación de Operaciones Especiales en la División de Fuerzas Especiales de la Policía Federal.

El veterano agente asumió el cargo de jefe de la policía estatal de Aguascalientes (centro del país) en 2018, gobernado por Martín Orozco (del PAN), que este año elige a un nuevo mandatario. Para ese entonces ya existía una denuncia de tortura en su contra por parte de una víctima que alegó que fue secuestrado al salir de un gimnasio en la Ciudad de México y después fue torturado por el policía y otro compañero. La demanda continuó hasta la Corte Interamericana que falló a favor de la víctima y se suma al de otro puñado de gente inocente a la que presuntamente torturó y agredió la policía comandada por Cárdenas Palomino y García Luna.

El Gobierno de Martín Orozco ha informado a través de un comunicado que su Administración está en “disposición de colaborar en todo lo que sea necesario”. Un comentario que el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador ha celebrado este miércoles. “La declaración del gobernador de Aguascalientes diciendo que ellos estaban de acuerdo de que se investigara, eso es de destacarse, por lo general o se quedan callados o los defienden”, señaló el presidente en la conferencia mañanera de este jueves.

En el comunicado estatal se resalta, no obstante, el trabajo del policía, que cuando asumió el cargo de secretario ya cargaba acusaciones graves de tortura. “De manera particular, el Gobierno estatal expresa que durante el desempeño de Sánchez Mendoza al frente de la Secretaría de Seguridad Pública realizó sus funciones con una conducta intachable y con resultados que han sido óptimos para lograr estándares que nos colocan como un Estado en el que se cuenta con altos índices de seguridad”, reza el texto oficial.

En julio la Fiscalía de Estados Unidos amplió la acusación contra García Luna a su círculo de colaboradores cercanos. El caso contra el exsecretario que fue detenido en Dallas (Texas) a finales de 2019 acusado de recibir sobornos del cartel de Sinaloa a cambio de facilitarle envíos de droga al norte, permitió la detención de Cárdenas Palomino y otro de sus subalternos, Ramón Pequeño, que todavía no ha sido detenido, el Departamento de Justicia estadounidense lo coloca en calidad de fugitivo.

Todo comenzó durante el juicio contra el narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán, líder del grupo de Sinaloa, en 2018. En el carrusel de testigos que desfilaron por la corte, algunos mencionaron la cercanía de García Luna con el cártel. El hermano de Ismael El Mayo Zambada, Jesús El Rey Zambada, socio de Guzmán en Sinaloa, llegó a declarar que la organización le había pagado millones de dólares.

Los tentáculos de poder de García Luna y Cárdenas Palomino se han extendido hacia los policías que trabajaban bajo sus órdenes. Hasta la fecha, Sánchez Mendoza no solo no había sido retirado de un cargo, sino que era el máximo responsable de la seguridad en el Estado de Aguascalientes. El Gobierno de Orozco ha nombrado este jueves a su sustituto, Tomás Chávez.