El actor Andrés García no tiene problema en aceptar que se relacionó con narcotraficantes como Arturo Beltrán Leyva, pero asegura que nunca hizo negocios ni fue su socio, como supuestamente aseguró la periodista Anabel Hernández en el libro Emma y las otras señoras del narco.

En un video publicado en su cuenta de YouTube, García, de 80 años, dijo que piensa en demandar a la autora porque, aunque sí conoce a los miembros de los carteles, no se relacionó económicamente con ellos como aseguró se señala en el libro.

“Los conozco a casi todos y algunos son mucho más decentes y mucho más amables que ella, pero de ahí, a que yo haya ganado dinero con ellos, lo va a tener que comprobar ante un juez”, explicó.

Asimismo, quien formó parte de proyectos como El privilegio de Amar o El Pantera, mostró su molestia y afirmó que su trato con estos personajes fue a raíz de su trabajo como figura pública, por lo que describió a Hernández como una especuladora que miente para ganar publicidad.

“Narco su chin.. madre y su papá. Sí conozco a casi todos los narcos y algunos son muy caballeros, la mayoría no como ella. ¿Por qué? Porque soy una figura pública y se me acercan para conocerme y es mi trabajo ser amable y contestarle al público sean quienes sean. No me voy a poner a preguntarle usted a qué se dedica para ver si puedo hablar con usted porque si no esta pend… va decir que usted es un asesino y que tengo tratos con asesinos”, agregó.

Las palabras de Anabel en el libro
La periodista dedicó un pequeño apartado a la que calificó como una relación cercana de amistad entre Andrés García y Arturo Beltrán Leyva, incluso detalló algunos de los encuentros que supuestamente tuvieron en donde también participó ‘El Chapo’ Guzmán, además de fiestas en donde se encontraron. En el texto, Anabel Hernández habló también de Joan Sebastian y afirmó que uno de ellos era su socio, incluso que les había regalado armas.

“Las relaciones de Arturo Beltrán Leyva con el mundo del espectáculo no se limitaban a mujeres, también incluían hombres. Particularmente había dos con los que tenía una relación cercana y de respeto, no eran bufones, eran sus amigos; uno, su socio”, apuntó, aunque sin especificar el nombre.