Alexéi Navalni en el tribunal municipal de Moscú, este martes.

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) ha exigido a Rusia que libere “de inmediato” al opositor Alexéi Navalni. El alto tribunal, con sede en Estrasburgo, advierte a Moscú en una resolución publicada este miércoles que no cumplir con la petición cautelar violaría la Convención Europea de Derechos Humanos. La decisión responde al recurso presentado por los abogados del activista tras ser arrestado el 17 de enero a su regreso a Moscú desde Alemania, donde se recuperó del envenenamiento que sufrió en Siberia el pasado agosto y que casi le cuesta la vida. Los jueces señalan que puede haber riesgo para la vida Navalni, en prisión preventiva desde su detención.

Rusia, que es miembro del Consejo de Europa y ratificó la Convención Europea de Derechos Humanos en 1998, está por tanto bajo el paraguas del alto tribunal y debe cumplir sus resoluciones y sentencias; aunque en la práctica puede tardar años. El Gobierno ruso ha criticado tajantemente la decisión de Estrasburgo, ha asegurado que “cruza una línea roja” y ha definido el dictamen como una “injerencia” en su sistema judicial. Es la primera vez que el tribunal europeo reclama a Rusia la liberación inminente de alguien. Y lo hace aludiendo al artículo 39, que indica está dirigido a personas que enfrentan “un riesgo inminente o daño irreparable”.

La reclamación, firmada por un equipo de siete jueces, es un nuevo varapalo a Rusia, que acumula condenas en Estrasburgo y cuyas relaciones con Occidente pasan por un momento todavía más tenso por el caso contra el disidente y por el ataque con veneno tras el que se aprecia la mano del Kremlin, que ha rechazado todas las acusaciones.

El dictamen de Estrasburgo no entra en el fondo del proceso que provocó la detención del opositor, que el 2 de febrero fue condenado a tres años y medio de cárcel por vulnerar los términos de libertad condicional mientras estaba en Alemania, en un caso por fraude y malversación de fondos de 2014 que hace cuatro años el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ya consideró “arbitrario e injusto”. Los jueces del tribunal europeo preguntaron a Rusia sobre la situación de Navalni, su encarcelamiento, si todavía existe riesgo para su vida y si se ha realizado un control individual regular sobre el trato que ha recibido, conforme a las normas europeas.

El Gobierno ruso respondió que el disidente está interno en un establecimiento “correctamente vigilado”, con vídeo-vigilancia en su celda y acceso a comunicaciones electrónicas a través del sistema de la cárcel. El opositor, de 44 años, ha denunciado sin embargo que no su situación no le ofrece “garantías suficientes para su vida y su salud” y que las autoridades dificultan su acceso a una defensa adecuada.

Navalni ha recurrido la condena dictada el pasado 2 de febrero, que suma a los muchos asuntos judiciales en los que está procesado. Se espera que la vista del recurso se celebre este sábado, un poco antes que la de otro caso por difamación a un veterano de guerra presentado también contra el activista anticorrupción. Una de las abogadas del disidente, Olga Mijailova, ha recalcado que esperan que Moscú cumpla la resolución de Estrasburgo y libere al opositor, cuyo caso, combinado con el enorme descontento social, ha alimentado las mayores protestas en Rusia en una década.

El Gobierno ruso ha advertido que no la cumplirá y ha definido la reclamación del TEDH como “inaplicable, irrazonable e ilegal”. La demanda, ha dicho el ministro de Justicia ruso, Konstantin Chuichenko, a la agencia estatal Tass, “contradice la legislación rusa y no contiene referencias al Estado de derecho”. “El TEDH no puede sustituir a un tribunal nacional o cancelar su veredicto”, ha añadido.

EL TEDH acumuló en 2020 más de 13.500 recursos, demandas y solicitudes contra Rusia, el país con más casos seguido de Turquía. Las autoridades rusas han sacado adelante en los últimos años leyes para diluir las sentencias dictadas por el TEDH y el año pasado se aprobó una enmienda constitucional que declara la prioridad de la legislación internacional sobre el derecho internacional; un mecanismo que podrían activar ahora para argumentar el incumplimiento de la resolución.

El primer vicepresidente del Comité Estatal de Legislación de la Duma, Mijaíl Yemelyanov, ya ha recalcado que Rusia tiene derecho a no cumplir con la demanda de Estrasburgo porque, según ha insistido a la agencia Interfax, “contraviene a la Constitución y el principio de soberanía”.