La crisis económica y sanitaria derivada del COVID-19 tendrá un impacto “severo” en el empleo y los niveles de pobreza de los mexicanos, por lo que es necesario que haya un cambio de rumbo en la estrategia del gobierno federal para evitar que aumente la cifra de más de un millón de empleos perdidos en lo que va de la pandemia, sostuvo Eduardo Sojo.

En entrevista para La Silla Roja, de El Financiero Bloomberg, el director general del Laboratorio Nacional de Políticas Públicas del CIDE, recordó que, en la recién anunciada reforma de pensiones, el gobierno planteó que el aumento en la aportación patronal comenzará dentro de 2 años para dar espacio a que las empresas se fortalezcan.

Sin embargo, el también exdirector general del Inegi consideró que ese periodo de gracia es “optimista” si se considera que diversos analistas anticipan que la recuperación de los más de un millón de empleos perdidos tardará años en darse.

“El impacto va a ser muy severo y quizás cuando dicen que se va a aplicar (aumento en aportación) a partir del 2023, cuando las empresas ya estén recuperadas, pues quizás se estén yendo optimistas; hay estimaciones, por ejemplo, de Citibanamex, donde estima que vamos a recuperar el mismo PIB que teníamos en 2018 hasta el 2025”, apuntó.

Alertó que, de no actuar ahora aún con más de cuatro meses de pandemia, la situación económica podría ser todavía más compleja, por lo que sugirió tomar medidas en beneficio de las empresas y no apostar solo a que “el mercado” o el T-MEC resolverán los problemas económicos. Además, consideró que se deben tomar medidas extraordinarias bajo el contexto de que organismos como la Cepal prevén que la pandemia dejará nueve millones más de pobres en el país.