El plan del príncipe Enrique y Meghan Markle de salir de la familia real británica no ha sido fruto de un capricho ni flor de un día, como se va conociendo poco a poco a través de quienes les conocen. Su marcha llevaba meses gestándose y planeándose. Ahora la naturalista Jane Goodall ha arrojado luz sobre el asunto al dar a conocer una de las conversaciones que mantuvo con el hijo pequeño del príncipe Carlos y Diana de Gales y que resulta reveladora para comprender sus planes.

Goodall y el duque de Sussex se reunieron en julio de 2019 en el castillo de Windsor, como parte de un programa de liderazgo y juventud global en el que ambos participaron. Además, ese encuentro llevó a Enrique a entrevistar a la veterana primatóloga en una charla que recogería el número de septiembre del británico Vogue, que editó Meghan Markle de forma especial.

Ahora Goodall ha revelado algunos de los detalles de aquella conversación en la revista de fin de semana del medio Daily Mail. “Al final de nuestra charla”, rememora la doctora, “Meghan y Archie vinieron a escucharnos”. Entonces el pequeño tenía algo más de dos meses. “[Archie] era muy pequeñito, muy dormilón, no parecía muy contento de que su mamá se lo dejara a nadie. Creo que fui de las primeras personas más allá de su familia en tenerlo en brazos”, detalla en la entrevista.

Al parecer, mientras lo acunaba, Goodall cogió la mano del bebé. “Hice que Archie saludara como la reina, diciendo: ‘Supongo que tendrá que aprenderlo’. Enrique dijo: “No, él no va a criarse así”. Con ello, y sabiendo ahora lo que se sabe, el duque ya daba a entender que sus días en el seno de los Windsor estaban contados.

Esta no es la primera revelación de Goodall sobre los Sussex, su hijo y su forma de crear una familia. En agosto ya dio a conocer que habló con el príncipe acerca de su preocupación sobre el medio ambiente y cómo eso iba a afectar a la cantidad de hijos que iba a tener, ya que ella le dijo “¡No demasiados!”. “Dos como máximo”, respondió él. “Siempre he pensado: estamos en un lugar prestado. Y, seguramente, siendo tan inteligentes o tan evolucionados como se supone que somos, deberíamos ser capaces de dejar algo mejor para la siguiente generación”.

Esas intenciones parece que también acompañan a los duques en su nuevo camino. El pasado 8 de enero anunciaban su intención de salir de la familia real británica para iniciar un camino en solitario, entre Estados Unidos y Canadá, junto a su hijo Archie y con la privacidad como bandera. A partir de ahora deberán mantenerse solos y sin ayuda de los ingresos de la familia real británica, aunque el príncipe Carlos les ayudará durante su primer año. Sin embargo, seguirán centrados en su fundación y sus acciones de caridad y visibilización de colectivos vulnerables. Su futura fundación, que se llamará Archewell y se lanzará una vez superada la pandemia del coronavirus, estará centrada en los pilares por los que se han hecho reconocibles a lo largo de los últimos años: salud mental, educación, violencia sexual e igualdad entre hombres y mujeres, y medio ambiente.