Messi, durante el último entrenamiento del Barcelona. ALBERT GEA REUTERS

El Barça viajó a Milán sin Messi, Piqué y Sergi Roberto. Tampoco forzarán su reaparición Jordi Alba, Semedo y Arthur, y la ausencia de Dembélé es a largo plazo. La novedad en la expedición es Ansu Fati. La convocatoria de Ernesto Valverde delata que el partido contra el Inter tiene un valor muy relativo para el Barça. Los azulgrana ya están clasificados como primeros del grupo F y, además, tienen a corto plazo dos partidos de LaLiga mucho más exigentes contra la Real Sociedad (el sábado en San Sebastián) y el Madrid (Camp Nou día 18).

Así que el mayor interés del encuentro del Giuseppe Meazza por parte barcelonista será ver cómo funciona el Barça sin Messi en una cita decisiva para el Inter. El equipo de Conte se juega su clasificación para octavos —necesita hacer el mismo resultado que el Borussia de Dortmund— después de perder en el Camp Nou. A pesar de tener una buena actuación, los italianos salieron derrotados por la efectividad del Barcelona, un equipo tan fiable en su cancha como frágil en sus salidas, sobre todo en Europa.

Los dos goles de Luis Suárez, estéril en campo ajeno desde 2015 en Roma, remontaron el tanto inicial de Lautaro Martínez, el jugador emblemático del plantel de Conte. Ambos equipos han progresado desde entonces y lideran sus respectivas ligas: los barcelonistas suman cinco victorias consecutivas y el Inter ha desbancado a la Juventus. Conte confía en el factor campo, y el apoyo de 70.000 aficionados —“tendremos energía positiva desde el inicio”, subrayó el técnico—, para compensar la ausencia de dos de sus futbolistas clave —Barella y Sensi están lesionados— además de la del exazulgrana Alexis Sánchez.

Aunque la alineación de Valverde es una incógnita, se supone que dará minutos a jugadores poco utilizados como Neto, Wagué, Umtiti, Arturo Vidal, Aleñá, Ansu Fati, Carlos Pérez o incluso Riqui Puig, figura del equipo filial que ha decidido continuar en el club azulgrana después de descartar una cesión, posibilidad que, en cambio, sí contempla Aleñá.

“Si pensamos que no vamos a sufrir, es que somos tontos”, respondió Conte. “Juegue quien juegue, todos los rivales sufren al Barça”, añadió. “Hay que ser compactos y presionar con coraje; incluso dándolo todo, a veces no es suficiente para ganarles”. “Hay que actuar sin remordimientos”, remató el entrenador del Inter.

La atención en el Barça se centra más en los posibles contactos de sus directivos con los rectores del Inter para tratar sobre el fichaje de Lautaro que en el partido del Giuseppe Meazza.