El gobierno de Estados Unidos tomaría pronto medidas decisivas para excluir los vehículos eléctricos (EV) chinos de su mercado, citando preocupaciones sobre la competencia desleal, además de riesgos relacionados con la seguridad nacional.
Según un detallado análisis de David A. Gantz, especialista en comercio internacional e inversiones del Baker Institute for Public Policy, la administración que comanda Joe Biden, así como el Congreso de aquel país, están considerando una variedad de mecanismos legales para evitar lo que algunos califican como un “evento de nivel de extinción” para la industria automotriz estadounidense.
Señaló que la principal amenaza proviene de BYD, el gigante chino de los EVs, que planea construir una planta de ensamblaje en México con una capacidad inicial de producción de 150 mil vehículos anuales.
Aunque BYD afirma que su producción en México estará destinada solamente al mercado local y la exportación a países con tratados de libre comercio, los analistas creen que el verdadero objetivo es el lucrativo mercado estadounidense de más de 15.5 millones de vehículos vendidos en 2023.
“La preocupación es que los vehículos chinos de bajo costo y las autopartes procedentes de México podrían amenazar la viabilidad de las empresas automotrices en EU”, advirtió.
Desde distintos espacios, tanto industria como sindicatos han exigido al gobierno bloquear estas importaciones para evitar una “catástrofe” para el sector automotriz estadounidense.
Pero hay más en juego que solo intereses económicos. De acuerdo con el reporte, la administración Biden ha iniciado una investigación sobre los riesgos de seguridad nacional que plantean los EVs chinos “altamente conectados”, capaces de recopilar y transmitir datos sensibles sobre infraestructura y actividades que se llevan a cabo en EU.
“No se trata solo de autos, sino de plataformas de movilidad que participan en un flujo constante de comunicación, entretenimiento e intercambio de datos”, señaló el analista.
Para abordar estas amenazas, EU está considerando una variedad de medidas legales y comerciales. Una opción es iniciar casos antidumping y antisubvenciones contra los vehículos chinos, lo que permitiría imponer aranceles punitivos. También se está analizando una investigación de “salvaguardias” para restringir las importaciones que amenazan con dañar gravemente a la industria nacional.
Sin embargo, Gantz aseguró que la vía más rápida sería invocar la seguridad nacional. Bajo una orden ejecutiva existente, el presidente Joe Biden podría prohibir la importación de vehículos chinos “conectados” por representar un riesgo para los intereses de seguridad esenciales de EU.
“Esta medida, aunque controvertida, estaría respaldada por la mayoría del Congreso y sería difícil de impugnar legalmente”, indicó el experto.
Advierten riesgos
Jorge Molina, consultor en políticas públicas y comercio internacional, declaró que México debería de ser más cuidadoso en el manejo de su política de inversión extranjera, pues si bien el país no está haciendo nada malo en contra del T-MEC al permitir que operen en territorio mexicano las armadoras chinas, sabe que es un tema que ha generado roces con la Casa Blanca desde el sexenio pasado.
“Habría que preguntar cuál sería el beneficio de México de permitir una expansión significativa de las inversiones chinas en territorio mexicano, cuando está clara la postura de EU desde el gobierno de Obama. Otro argumento en favor de que México tiene que acercarse a Washington y cabildear sobre todo al Congreso”, dijo Molina.
Por su parte, Adrián González, agente aduanal estadounidense y presidente de Global Alliance, señaló que BYD podría adoptar una estrategia utilizada por otras empresas chinas en México: importar la mayoría de los insumos desde China y transformarlos sustancialmente en México.
En este sentido, González destacó que México es el segundo mercado de exportación más importante para los vehículos chinos, por lo que establecer una planta allí sería estratégico no solo para sortear barreras arancelarias, sino también para reforzar sus ventas en el mercado nacional.