Con un país aún conmocionado por la muerte en accidente de tráfico del plusmarquista mundial de maratón Kelvin Kiptum, diputados kenianos reclamaron un tratamiento de ‘VIP’ para sus atletas, quienes no se benefician de programas de acompañamiento ni de grandes infraestructuras en este país africano.
Kiptum, de 24 años, murió el domingo por la noche tras sufrir un accidente, en el que también falleció su entrenador Gervais Hakizimana, en una carretera en el valle del Rift, no lejos del lugar habitual de entrenamientos de la joven estrella del atletismo.
El fallecimiento de Kiptum, que conducía el coche accidentado, ha conmocionado a un país que se enorgullece de los éxitos de sus atletas en las pruebas de media y larga distancia, pero que también se cuestiona sobre las condiciones de entrenamiento de estos deportistas.
Kelvin Kiptum
“El ministerio de Deportes debe tomar medidas (…), debe tomarse en serio a nuestros deportistas”, reclamó Gideon Kimaiyo, diputado de Keiyo del Sur, la circunscripción de origen de Kiptum, después de que los parlamentarios de esta región guardasen un minuto de silencio antes de la sesión del martes.
“Algunos atletas son jóvenes y con carreras prometedores, pero están abandonados a su suerte”, deploró.
“Nuestros atletas deben ser tratados como VIP y beneficiar de seguridad”, reclamó igualmente Phelix Odiwuor, miembro de la oposición en Langata, en la periferia de Nairobi.
“Todos nuestros atletas de alto nivel que representan al país y que nos traen todas las distinciones quedan en el olvido después de recibir las medallas”, consideró.
Kelvin Kiptum impresionó al mundo del atletismo cuando el pasado mes de octubre, en Chicago, en el tercer maratón que corría, batió el récord con un crono de 2:00.35, superando en 34 segundos la marca de su compatriota y leyenda de la disciplina Eliud Kipchoge.
El joven atleta, casado y padre de dos niños, estaba llamado a ser una de las estrellas de los Juegos de París y había anunciado su intención de correr el maratón por debajo de las dos horas el próximo 14 de abril en Róterdam, un hito impensable hace unos pocos años.
“A los 24 años, Kelvin Kiptum había conseguido lo que muchos otros atletas no pueden siquiera soñar”, destacó Ng’elechei Caroline Jeptoo, representante del condado de Elgeyo Marakwet, en el valle del Rift, a más de 400 km al noroeste de la capital.
“Era un rayo de esperanza no solo para los habitantes de su aldea, sino para mucha gente de este país y de más allá”, añadió.
La policía investiga las circunstancias de un accidente en el que una tercera pasajera del coche resultó herida.
Según los primeros elementos de la investigación era Kiptum quien conducía hacia Eldoret “cuando perdió el control y se salió de la carretera”, rodando unos 60 metros “hasta chocar con un gran árbol”.
En Eldoret, la principal ciudad del valle del Rift, los atletas que se entrenaron este martes no ocultaron su emoción.
Kelvin Kiptum
“Pido al gobierno hacer una ceremonia de adiós para Kelvin, un funeral nacional”, declaró Daniel Simiu Ebenyo, subcampeón del mundo de 10.000 m.
“Es doloroso para la familia del atletismo perder a alguien en un accidente de tráfico, a un amigo y a un atleta tan prometedor”, lamentó.
No es la primera vez que el atletismo keniano está de luto por alguno de sus deportistas.
La traumática muerte de Kelvin Kiptum recuerda a la de otro gran maratoniano de Kenia y campeón olímpico en Pekín-2008, Samuel Wanjiru, quien perdió la vida a la misma edad tras caerse de un balcón en extrañas circunstancias. Un forense determinó que el atleta fue golpeado “con un objeto contundente” antes de precipitarse al vacío.
En octubre de 2021, una de las promesas del atletismo femenino Agnes Tirop fue hallada muerta a cuchilladas en su casa. Su marido fue detenido por asesinato.
Otros murieron en accidentes en la carretera, como el campeón del mundo en 2015 de los 400 m vallas Nicholas Bett en 2018, o estuvieron cerca de perecer como el doble campeón del mundo de los 800 m (2012, 2016) David Rudisha, en agosto de 2019.
