Madrid. La violencia de los grupos armados en Haití provocó que unos 170 mil niños hayan tenido que abandonar sus hogares, afirmó el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), que alertó de la grave crisis humanitaria en el país más pobre del hemisferio occidental.
La alarmante cifra es ya el doble que hace un año y, para Unicef, pone de relieve el rápido deterioro de la situación y su profundo impacto en los niños, las niñas y las familias más vulnerables.
En total, cerca de 314 mil desplazados viven principalmente en la capital, Puerto Príncipe, y el departamento de Artibonite. En menos de dos semanas, 2 mil 500 haitianos tuvieron que abandonar sus hogares, en su mayoría mujeres y niños.
El representante de Unicef en Haití, Bruno Maes, lamentó cómo estas oleadas incesantes de violencia brutal dejan nuevos horrores y una sombra siempre presente de miedo entre la población. Es una catástrofe humanitaria que se desarrolla ante nuestros ojos, lamentó en un comunicado.
Unicef denunció el bloqueo de los servicios básicos, incluidos sanidad y educación, y las recurrentes violaciones de los derechos de la infancia, amenazada incluso con el reclutamiento forzado. Además, parte de los ataques que sufren los niños ocurren camino a clases.
No podemos permanecer de brazos cruzados mientras el futuro de los menores de Haití se ve erosionado por un sufrimiento sin fin. Cada momento de inacción agrava la crisis, destacó Maes, apelando a la comunidad internacional para lograr un cambio.
Unos 3 millones de niños necesitarán este año ayuda humanitaria en Haití y la Organización de Naciones Unidas (ONU) teme que la cifra aumente si las condiciones sobre el terreno empeoran. Unicef pidió 221.7 millones de dólares para llevar a cabo sus programas en 2024.
En este contexto, el gobierno del primer ministro, Ariel Henry, anunció que la Brigada de Seguridad de Áreas Protegidas de Haití (BSAP) que era una guardia forestal y se convirtió en grupo armado al servicio de intereses políticos, en especial opositores, tiene prohibida la circulación en el país caribeño.
Esos hombres ya no podrán moverse con libertad vistiendo sus uniformes, armas largas y pistolas, porque serán sancionados.
La policía intervino en Ouanaminthe, donde los miembros de la BSAP querían apoderarse de la aduana.
En 2018 el BSAP contaba con 100 agentes, en 2021 eran 121 y ahora extraoficialmente se contabilizan 4 mil hombres bien armados.
A los integrantes del BSAP hace meses no se les paga salario, de ahí que son dados a presionar a autoridades y empresarios particulares a cambio de dinero.
Está integrada en su mayoría por antiguos miembros de las fuerzas armadas haitianas y por jóvenes.