El Día de Muertos, además de las clásicas ofrendas que se ponen en la mayoría de casas de México, también recibe cientos de tradiciones en los diferentes pueblos del país, y en Hidalgo existe desde hace siglos la tradición del Xantolo, que significa un homenaje a las tierras y las ánimas.

Hidalgo, entidad con un pasado prehispánico lleno de cultura con referentes como los toltecas, celebra el Xantolo como una tradición nahua en la que la naturaleza misma es uno de los núcleos centrales de su identidad y cosmovisión, según explica el Instituo Nacional de los Pueblos Indígenas.

La celebración comienza semanas antes del Día de Muertos en la Huasteca de Hidalgo, y además de danzas y caracterizaciones por hombres de la localidad, la festividad incluye una ofrenda de la cocecha de maíz y otros frutos con el objetivo de que las almas disfruten de los olores de las frutas, así como la música.

Día de Muertos: ¿En qué consiste el Xantolo que se celebra en Hidalgo?
La fiesta del Xantolo es conocida también como la “fiesta de las ánimas”, misma en la que los nahuas, a través de artes como el teatro, la música, la danza y la pintura, comparten con los jóvenes su cosmovisión y consolidan su identidad.

El Xantolo es principalmente representado por danzas en las que los hombres adultos interpretan a todos los personajes, incluidos los femeninos.

Esta celebración comienza desde finales de junio con la siembra del cempasúchil que se utiliza para el montaje de altares que se realiza el 30 de octubre, que se conoce como el “Día de las Flores”.

En el “Día de las Flores”, de acuerdo con el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, “cada familia coloca en sus casas un mantel bordado con llamativos colores y un arco con cañas de azúcar, que muestra que la fiesta ha iniciado”.

Las comunidades de la Huasteca en Hidalgo llaman a las ánimas con rezos, cohetes y copal, y el mismo 30 de octubre comienzan las danzas para que las ánimas sepan que son bien recibidas en su comunidad.

El Xantolo se divide por días, y el 31 de octubre es dedicado a los niños fallecidos, por lo que las familias barren sus casas y les colocan un camino de pétalos de cempasúchil así como un arco de caña.

El 1 de noviembre es un día dedidcado a los difuntos adultos, que son recibidos con velas y se les ofrenda con chocolate, pan de muerto y tamales. De hecho, la tradición indica que en la tarde se intercambian las ofrendas con las de los vecinos para convivir con las almas.

El 2 de noviembre se dedica a los fieles difuntos, y en ese mismo día sus tumbas se adornan y en misa se pide por su eterno descanso. En la noche se lleva a cabo la ofrenda del Xantolo chiquito, en la que los vieijtos que participaron en las festividades se quitan sus tradicionales máscaras y revelan su identidad antes de la media noche.

Las flores permanecen durante un mes luego del Día de Muertos, y a inicios de diciembre la fiesta de las ánimas concluye.