Policías escoltan a niños de una escuela en Arras, en el norte de Francia, durante una amenaza de bomba. (AP)

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, celebraba el lunes una reunión especial de seguridad después de que el país subiera su nivel de alerta contra ataques. Una escuela secundaria francesa donde un maestro murió apuñalado la semana pasada fue evacuada por una amenaza de bomba.

El lunes se vio a cientos de alumnos y profesores regresando a la escuela en la localidad norteña de Arras tras lo que parecía ser una falsa alarma.

Un maestro fue asesinado y tres personas resultaron heridas el viernes en un ataque de un antiguo alumno sospechoso de radicalización islámica.

La prefectura en la región norteña de Pas-de-Calais indicó que se habían tomado “todas las medidas de precaución y seguridad” después de que la policía recibiera una amenaza de bomba a través de su sitio web. Había un equipo de expertos en explosivos en el lugar.

El Museo del Louvre en París y el Palacio de Versalles evacuaron el sábado a visitantes y empleados tras recibir amenazas de bomba.

Macron regresó de un viaje al extranjero antes de lo previsto para celebrar una reunión de seguridad a mediodía con la primera ministra y otros miembros destacados del gobierno, así como mandos militares y oficiales antiterroristas. En un principio, Macron tenía previsto asistir a una cumbre sobre los Balcanes en Tirana, Albania.

El ministro de Educación, Gabriel Attal, dijo que desde principios de septiembre se habían recibido 168 amenazas de bomba contra escuelas francesas. “Esto es inadmisible e inaceptable”, afirmó.

El gobierno de Francia elevó el nivel de alerta nacional y ordenó el despliegue de hasta 7 mil soldados para el lunes por la noche y hasta nuevo aviso para reforzar la seguridad y la vigilancia en todo el país.

Alumnos y profesores tenían previsto guardar un minuto de silencio el lunes por la tarde en todas las escuelas francesas en homenaje al profesor asesinado en el ataque del viernes.

El homenaje también recordaría a otro profesor, Samuel Paty, asesinado hace exactamente tres años cerca de su escuela en la zona de París. Fue decapitado por un checheno radicalizado que después murió abatido por la policía.

En un mensaje a los profesores y otros trabajadores en la plataforma X, antes conocida como Twitter, Macron dijo que “hemos tomado medidas, estamos tomando medidas y seguiremos tomando medidas para garantizar que la escuela sigue siendo un santuario para nuestros estudiantes y para todos los que trabajan allí”.

“Ante el odio ciego siempre opondremos la sed inextinguible por enseñar. La sed de conocimiento. La sed de vivir libres”, añadió.