Javier Milei, junto a su hermana Karina El candidato ultra a la presidencia de Argentina, Javier Milei, junto a su hermana Karina. AGUSTIN MARCARIAN (REUTERS)

A menos de tres semanas de las elecciones generales, la campaña argentina toma cada vez más temperatura. Mientras el peronismo busca pasar página de los escándalos recientes, entre ellos las vacaciones de lujo de un alto cargo bonaerense que se vio forzado a dimitir, el candidato de ultraderecha Javier Milei lidia con el rechazo de destacados intelectuales argentinos por su discurso negacionista sobre la dictadura y sus acusaciones falsas contra la candidata conservadora Patricia Bullrich por su pasado en la guerrilla peronista Montoneros.

“Ella era una montonera tirabombas. O sea, ha puesto bombas en jardines de infantes. Era parte de una organización terrorista”, dijo Milei durante el debate de candidatos, celebrado el domingo pasado. “Ella nunca puso bombas ni disparó un tiro. Era muy jovencita”, le respondió la militante de Derechos Humanos y exministra Graciela Fernández Meijide en declaraciones al diario La Nación. A través de las redes sociales, historiadores que han estudiado a fondo la década de los setenta niegan también que Montoneros atacase centros educativos. “Ningún montonero puso jamás una bomba en un jardín de infantes”, escribió en la red X, antes Twitter, Marcelo Larraquy, autor de una docena de libros.

Larraquy también rebatió las declaraciones de Milei en las redujo el plan sistemático de secuestros, torturas, desapariciones y asesinatos perpetrado por la dictadura argentina entre 1976 y 1983 a “excesos” en el contexto de una guerra. “Sí hubo 365 centros de clandestinos del Estado terrorista donde se torturaba hasta matar a los secuestrados: los ‘excesos’ de los que habló Milei”, agregó Larraquy. La existencia de un plan sistemático de exterminio fue probada en el histórico Juicio a las Juntas de 1985 y en los juicios posteriores, en los que han sido condenados más de mil represores.

Milei, economista ultraliberal autoprocalamado “anarco capitalista”, sorprendió en el debate presidencial por defender las tesis de su candidata a vicepresidenta, Victoria Villarruel, quien ha criticado en reiteradas ocasiones las organizaciones de derechos humanos. Entre las múltiples descalificaciones de Villarruel está el haber tildado de “personaje siniestro” a Estela Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, la agrupación que busca a los cerca de 500 bebés apropiados por el terrorismo de Estado, de los que ya ha restituido la identidad de 137.

No se sabe todavía si este giro ideológico tendrá algún impacto en el apoyo popular al candidato ultra, que fue el más votado en las primarias de agosto y es favorito también en las encuestas de cara a las elecciones generales del 22 de octubre.

Más seguro parece, en cambio, que su inmediato competidor, el peronista Sergio Massa, se verá golpeado por los escándalos protagonizados en sus filas, aunque no se sabe cuánto. Entre ellos, el más sonado fueron las vacaciones de lujo en Marbella del jefe de Gabinete de la provincia de Buenos Aires, Martín Insaurralde. Este sábado, la publicación de imágenes en las que se lo veía en un yate acompañado de una modelo y entre copas de champán francés generaron una ola de indignación y forzaron su renuncia inmediata.

Este lunes, Insaurralde renunció también a su candidatura como concejal por el municipio de Lomas de Zamora, en el extrarradio de la capital argentina. Con el objetivo de minimizar al máximo los daños, el gobernador de la provincia, Axel Kicillof, anunció la disolución de la jefatura de Gabinete y el traspaso de las funciones que realizaba a otras carteras. La oposición, por el contrario, no está dispuesta a dejarlo pasar y ha denunciado a Insaurralde ante la Justicia por presunto enriquecimiento ilícito.

La provincia de Buenos Aires ha sido el epicentro de otro escándalo que esta vez parece exceder al peronismo y salpica a todas las fuerzas políticas. Hace unas semanas, fue detenido el puntero político Julio Chocolate Rigau con 48 tarjetas de débito de empleados municipales cuando extraía dinero en un cajero automático. Rigau es sospechoso de formar parte de una cadena de recaudación de dinero ilegal y también de haber participado en maniobras de lavado de dinero.

Este domingo, los cinco candidatos a presidente de Argentina volverán a verse las caras en un segundo debate presidencial. Se espera que esta vez arriesguen más, en especial aquellos que corren desde detrás, como Massa y Bullrich, y buscan forzar una segunda vuelta el 19 de noviembre.