Un grupo de migrantes bajo custodia policial, tras ser detenidos el 15 de septiembre en Eslovaquia junto a la frontera con Hungría. BERNADETT SZABO (REUTERS)

Los Gobiernos de República Checa y Polonia se han coordinado este martes para introducir controles a lo largo de sus fronteras con Eslovaquia y frenar así los flujos migratorios irregulares y la actividad de los contrabandistas, según argumentan. Los controles más estrictos comenzarán el miércoles y durarán 10 días, con la posibilidad de que se prorroguen. “Esta es una medida necesaria para la lucha eficaz contra los grupos de contrabandistas y de migración ilegal”, ha afirmado el ministro checo del Interior, Vit Rakusan, en la red social X (antes Twitter). “Los controles se realizarán aleatoriamente a lo largo de toda la longitud de la frontera con Eslovaquia, de tal manera que se limite lo menos posible el tráfico transfronterizo y no sobrecargar innecesariamente el tráfico ni a los pasajeros”, ha añadido Rakusan.

Eslovaquia se enfrenta a un número creciente de inmigrantes irregulares que entran en el país de camino a Alemania y Europa occidental. Los inmigrantes, predominantemente hombres jóvenes de Oriente Próximo y Afganistán, en su mayoría transitan por la llamada ruta de los Balcanes, entrando en Hungría desde Serbia. El ex primer ministro izquierdista de Eslovaquia, Robert Fico, ha defendido una línea dura sobre el tema durante la campaña para las elecciones del fin de semana pasado, que su partido ganó finalmente. Ahora, en pleno proceso de búsqueda de apoyos para formar gobierno, Fico ha afirmado que proteger la frontera con Hungría será una máxima prioridad.

El ministro polaco del Interior, Mariusz Kaminski, ha comunicado que ha informado a sus homólogos en Alemania, Eslovaquia, Austria y la República Checa, así como a la Comisión Europea, sobre los nuevos controles, de conformidad con reglas para la zona Schengen de la Unión Europea para viajes sin visado. “En las últimas semanas hemos detectado y detenido a 551 inmigrantes ilegales en la frontera con Eslovaquia. Esta situación nos obliga a tomar medidas decisivas acción”, ha manifestado Kaminski.

El Gobierno eslovaco ha informado de que tomará las medidas oportunas ante las nuevas controles fronterizos de los vecinos polaco y checo cuando durante su reunión del miércoles, según ha apuntado el primer ministro eslovaco, Ludovit Odor. “La migración necesita una solución europea en las fronteras exteriores”, afirmó en una declaración. “Cuando un país empieza a vigilar más su frontera, produce un efecto cascada, todos pagaremos por ello y el resultado será muy confuso.”