Los expertos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) han determinado en los últimos días que el fósil encontrado durante la construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) pertenece a un huevo de flamenco prehistórico. El hallazgo estaba localizado en el municipio de Santa Lucía, en Estado de México, y corresponde a la era de transición del Pleistoceno y el del Holoceno (de 8.000 y 33.000 años). El hallazgo, cuenta el paleontólogo del INAH Alberto Cruz, es una muestra de que los flamencos coincidieron temporalmente con los mamuts.

El fósil, de entre cinco y nueve centímetros, estaba en perfectas condiciones y se encontraba casi completo, una característica que suma valor al hallazgo. “Queríamos reportar que era un flamenco. Es curioso, y más [que se trate de] el huevo. Se habían encontrado esqueletos, aunque eso podía ser un hallazgo ocasional, porque vuelan y podría tratarse de un traslado. Al encontrar el huevo nos dice que habitaba y vivía en la zona”, expone el paleontólogo. Se trata del primer registro fósil de huevo de la especie que se encuentra en el continente americano; el segundo en el mundo. Hasta el momento se había localizado otro hallazgo en España: cinco huevos correspondientes al Mioceno (de 15 y 23 millones de años). La zona en el que encontraron los restos, Santa Lucía, ha sido un territorio paleontológico reconocido tras la aparición de los restos de cientos de mamuts. El Gobierno de México también llegó a construir el Museo del Mamut en los terrenos que albergan al aeropuerto.

El huevo hallado en el AIFA fue encontrado a unos dos metros de profundidad, cubierto de tierra, arcilla, lutitas (un tipo de roca) y otros minerales. La aparición del huevo también da constancia de que en el lugar hubo una zona acuosa de poca profundidad y salada —un terreno predilecto para la especie— que formaba parte del paleolago, aquel lago que conectaba las reminiscencias que aún se reparten por el Valle de México: el lago de Zumpango, el de Chalco o el de Texcoco. El periodo entre el Pleistoceno y el Holoceno estuvo caracterizado por unas condiciones más cálidas y húmedas que las actuales.

Los expertos situaron al fósil en esa época a través de los estudios recientes, que proponen que las altas temperaturas, las lluvias y las condiciones de salinidad se mantuvieron en la zona del lago de Chalco —al sur de la cuenca de México— y cerca del yacimiento de Santa Lucía. Para determinar el tipo de animal que puso el huevo, compararon la forma, las medidas y la cáscara con las de otras aves, como el pelícano, el ganso o el cisne. “El resultado es que el tamaño y forma del huevo fósil estudiado son muy similares a los de los flamencos”, apunta el INAH.

El registro de fósiles de flamenco solo se ha encontrado en el centro del territorio mexicano, pese a que su presencia es más común en la península de Yucatán y en el sureste de Estados Unidos. Entre esos registros, existen algunos huesos fósiles de flamencos del Pleistoceno, encontrados en los municipios mexiquenses de Tocuila, Tepexpan y Chimalhuacán, cerca de Santa Lucía. Otros de ese mismo periodo fueron encontrados en las localidades jaliscienses de San Marcos y Chapala. El más antiguo de los encontrados en México es un esqueleto de flamenco del Plioceno-Pleistoceno, en Pie de Vaca (Puebla).