De acuerdo el informe de la Auditoría Superior de la Federación en 2021, el presupuesto de la Conaliteg aumentó un 58 por ciento, entre 2012 y 2021. Fotografía. Especial

Hablar de los libros de texto gratuitos se ha vuelto un problema cada año para la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador. Antes de iniciar cada ciclo escolar se han presentado conflictos o complicaciones para imprimir y distribuir el material que utilizan aproximadamente 25 millones de alumnos de educación básica y 1.2 millones de profesores.

La producción de libros de textos para el ciclo escolar 2023-2024 se está viendo conflictuada por un amparo que interpuso la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF) contra la Secretaría de Educación Pública (SEP) para detener la impresión de los libros de educación básica. El pasado 24 de mayo la jueza tercera del Distrito en Materia Administrativa en la CDMX, Yadira Elizabeth Medina Alcántara, resolvió que la SEP debía suspender de forma provisional la producción de los libros de textos y demostrar que siguió con los procedimientos legales, además de garantizar que la elaboración de los libros contó con la intervención de los gobiernos estatales y de los especialistas en materia educativa.

A pesar de la resolución la SEP no ha dado a conocer los procedimientos legales y la juez determinó el pasado 31 de julio que se debía suspender de manera definitiva la producción y distribución de los libros de textos. Sin embargo, la secretaría de Educación Pública, Leticia Ramírez, negó que se haya recibido de forma oficial la orden de suspensión y aseguró que los libros ya se encuentran en los almacenes para empezar su distribución el 28 de agosto.

Ciclo escolar 2019-2020, licitaciones a destiempo
En el ciclo escolar 2019-2020, la primera entrega de libros bajo la presente administración, la SEP no pudo distribuir a tiempo los 176 millones de libros de textos debido a retrasos considerables para concretar la licitación con empresas privadas que iban a imprimir 19 títulos para las escuelas de preescolar y primaria.

La Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (Conaliteg) declaró desiertas las licitaciones luego de que se diera un fallo negativo a las adjudicaciones LA-011L6J001-E5-2019 y LA-011L6J001-E6-2019. La determinación provocó un retraso considerable en la producción de 52 millones de ejemplares e impidió que se fabricaran en total 220 millones de libros. En los sexenios de Felipe Calderón y Peña Nieto se presentaron únicamente un par de retrasos, debido al contenido de libros, pero este retraso en el gobierno de López Obrador era el primero en seis años por logística. Ya iniciado el ciclo escolar las autoridades reportaron haber entregado el 96 por ciento de los 176 millones de libros.

Libros de Textos contra la pandemia
El segundo problema que presentó la actual administración respecto a los libros textos fue durante los años de la pandemia de Covid-19. Para el ciclo escolar 2019-2020 se dio a la tarea de distribuir 181 millones de libros. Los niveles de educación básica recibieron en total 161.7 millones tomos, de los cuales 8.2 serían para los alumnos de preescolar, 109.4 en primaria, 28.8 en secundaria y 12.5 millones en telesecundaria.

Ese año, de acuerdo con el entonces secretario de Educación, Esteban Moctezuma, los almacenes antes de recibir los libros de textos iban a pasar por un proceso de sanitización, posteriormente dejarían los libros por 15 días para impedir que los cajas con los ejemplares contuviera el virus antes de ser distribuidos a las escuelas. La logística estuvo a cargo de las autoridades estatales y la entrega del material fue de manera escalonada y bajo tres modalidades: por cita, presencia de los padres de familia en la escuela y en casos excepcionales, en las casas de los alumnos.

Para el siguiente año se mantuvo la modalidad y además las autoridades educativas publicaron el contenido de los libros de manera digital para que los alumnos y profesores tuvieran acceso al material. Para el ciclo escolar 2021-2022 se distribuyeron 183 millones de libros.

De acuerdo con el informe realizado por la Auditoría Superior de la Federación en 2021, el presupuesto para el Conaliteg, entre 2012 y 2021, aumentó un 58 por ciento, al pasar de 1,968 millones de pesos a 3,108 millones de pesos. Sin embargo la producción de los libros de textos reportó una caída del 80%. Para el ciclo escolar 2021-2022 la planta central, ubicada en Querétaro apenas contribuyó con el 2.9 por ciento de la producción, equivalente a un total de 5 millones de libros, mientras que 178 millones de ejemplares se imprimieron por agentes externos. La auditoría señaló que la planta del Conaliteg apenas trabaja en un 35 por ciento de su capacidad y a pesar del aumento presupuestal no ha reportado la ampliación o modernización de sus maquinarias.

A pesar de que en ese ciclo escolar la Conaliteg reportó haber entregado en su totalidad los libros de textos, la ASF detectó que las actas de entrega-recepción de las entidades federativas presentan errores en el número de libros distribuidos, además de que no se detallaron las fechas de entregas ni de recepción.

En el el ciclo escolar anterior, también la ASF reportó en su informe de 2022 que la Conaliteg presentó retraso en la distribución de libros de textos. De acuerdo con el informe se entregaron a destiempo alrededor de 16.8 millones de ejemplares, hasta 29 días después del 31 de julio de ese año, y otros 572,291 libros se entregaron entre el 30 de agosto y el 12 de octubre de 2022, cuando las clases ya habían comenzado. La causa del retraso se debió a que la Dirección General de Materiales Educativos de la SEP emitió tarde la liberación de los libros para empezar la distribución.