En entrevista para La Silla Roja, Luis Antonio Espino indicó que los ataques del Presidente hacia Xóchitl Gálvez derivan de la necesitad de tener "un enemigo" para las corcholatas.

Xóchitl Gálvez, aspirante a la Presidencia por el Frente Amplio por México (PAN, PRI, PRD), ha destacado por tener una comunicación “todoterreno” pero tiene que tener cuidado de no caer en el desgaste, pues 11 meses es “muchísimo tiempo” para estar en una campaña electoral, consideró Luis Antonio Espino, consultor en comunicación y experto en discursos, en entrevista con La Silla Roja.

“Es todoterreno, puede pasar de comunicación racional con argumentos de política pública y emocional, a compartir una historia personal”.

Resaltó que con sólo ver videos de cómo se comportó cuando fue directora del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas es claro ver que se trata de una persona “consistente”.

Sin embargo, no puede quedarse anclada en eso sino “tendrá que hablar de propuestas y demostrar que puede tener una narrativa de país”.

Ante los señalamientos que hay contra ella, el especialista consideró que sí puede generar un desgaste de la persona, y si bien tiene que contestar todas las acciones del “callejón de los trancazos” debe hacerlo sin usar su lenguaje, y transformar el discurso hacia sus fortalezas y el “tono que ella tiene para evitar ese desgaste”.

Espino indicó que los ataques del presidente Andrés Manuel López Obrador también derivan de que ante el proceso que tienen sus corcholatas, necesita un “enemigo”, porque “sin drama no hay puesta en escena”.

Sin embargo, resaltó como positivo que Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Adán Augusto López y Ricardo Monreal no se han sumado a la narrativa de verla como adversaria.

Aseguró que Gálvez “mueve el tablero porque llama la atención esa historia personal; sin el qué dirán, pone quién es en la mesa para que vean cómo es”, y eso ayuda a que la gente haga su propia valoración.

Sobre cómo van las corcholatas de Morena, Espino destacó que Ebrard tuvo buen momento cuando exigió reglas claras para el proceso interno.

Mientras que de Sheinbaum resaltó que no ha logrado hacerse de una voz, y eso se debe a que es asesorada de forma contraria, pues un momento quiere imitar al presidente López Obrador, por otro lado quiere destacar su perfil científico y que hará cosas distintas.

“No puede ser ni uno ni otro sino un político que encienda masas con la voz, con la retórica, la presencia y el dominio de hablar ante miles de personas y decirles algo que las motive”.