El presidente ucranio, Volodímir Zelenski (primero a la izquierda), visita las áreas inundadas de la ciudad de Jersón este jueves. ASSOCIATED PRESS/LAPRESSE

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha visitado este jueves la región inundada de Jersón por primera vez desde el derrumbe de la presa de Nova Kajovka, el pasado martes. El mandatario escribió en su cuenta de Telegram: “Es importante calcular los daños y asignar fondos para compensar a los residentes afectados”. Las dimensiones de la tragedia no dejan de crecer. Según las autoridades de Kiev y las de la zona ocupada por Rusia, el número de desplazados supera ya los 6.000. En la orilla sur del Dniéper, ocupada por las fuerzas de Moscú, las personas realojadas han superado las 4.300, según la agencia rusa TASS, mientras que en el territorio situado al norte del río, el que controla Kiev, los evacuados son casi 2.000, según la policía ucrania. Zelenski ha denunciado que los rusos han abandonado a la población en la zona que controlan y ha criticado a la Cruz Roja por no socorrerla. El miedo ahora es la aparición de epidemias debido a que el agua ha cubierto cementerios, matado a miles de animales y arrastrado sustancias tóxicas.

El riesgo de un brote de cólera se cierne sobre la zona inundada de Ucrania

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió este jueves de que “no debe subestimarse” el impacto de las inundaciones producidas por la rotura de la presa de Kajovka en la salud de la población ucrania, y ofreció su apoyo ante posibles brotes de enfermedades transmisibles por vía acuática, como el cólera.

“La OMS ha actuado de urgencia para apoyar a las autoridades y los trabajadores sanitarios con medidas preventivas ante este tipo de enfermedades, y para mejorar el rastreo de ellas”, indicó en rueda de prensa el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Una responsable técnica de la OMS, Teresa Zakaria, afirmó por su parte en Ginebra que el riesgo de un brote de cólera está presente en Ucrania, ya que el patógeno existe en el medio ambiente. Dijo que la OMS estaba trabajando con el Ministerio de Sanidad de Ucrania para poner en marcha mecanismos que garanticen la importación de vacunas en caso necesario.

“Estamos tratando de abordar una amplia gama de riesgos para la salud asociados a las inundaciones, desde los traumatismos por ahogamiento hasta las enfermedades transmitidas por el agua, pasando por las posibles consecuencias de la interrupción de los tratamientos crónicos”, añadió.

La bacteria del cólera se transmite a través de las heces. Se contrae al consumir alimentos o beber agua contaminados por la materia fecal de una persona infectada. La rotura de la presa y probable la contaminación de las canalizaciones del agua potable -o la ausencia de ella-elevan considerablemente el riesgo de contraer una enfermedad que provoca diarrea y deshidratación intensa y que puede causar la muerte en cuestión de horas si no se trata, incluso en personas que previamente estaban sanas. Los niños de corta edad son especialmente vulnerables a la enfermedad. (Agencias / EL PAIS)