Foto: Cortesía David Wong & Vanessa Fortin

Los cuerpos petrificados de miedo, algunos muertos y otros pensativos o implorando salvación, que pueblan el óleo La balsa de la Medusa (1819), del pintor francés Theodore Géricault (1791-1824), provocó un “gran shock” en el coreógrafo quebequense Alan Lake, quien decidió transformar la desesperación en movimiento y esperanza.

Así nació la obra El grito de las medusas, estrenada en 2018, que ahora la compañía canadiense Alan Lake Factori(e) presentará el 9 de junio, a las 20:00 horas, en la Sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario de la UNAM.

La pintura, una de las joyas que exhibe el Museo del Louvre de París, representa una escena del naufragio de la fragata de la marina francesa Méduse, encallada frente a la costa de Mauritania el 2 de julio de 1816. Al menos 150 personas quedaron a la deriva y de éstas sólo sobrevivieron 15; las demás murieron durante los 13 días que se tardó el rescate. Los supervivientes soportaron el hambre, la deshidratación, el canibalismo y la locura.

El trazo magistral de Géricault inmortalizó ese suceso histórico, que ahora la danza trae a la actualidad. “Yo soy escultor y pintor también y siempre he basado mis piezas en las artes visuales. La obra evoca el shock que experimenté al ver esta pintura: los cuerpos, la carne, las personas que intentan alcanzar algo; me pareció muy actual”, comentó ayer Lake.

En videoconferencia desde Guadalajara, donde escenificarán hoy y el 4 de junio dos funciones de esta obra en el Teatro Degollado, el también bailarín afirmó que la pieza es “todo un viaje, el viaje de la vida y de la muerte, de la comunidad y la familia”.

Esta coreografía, explicó, es para nueve bailarines y un músico, y posee un enfoque multidisciplinario. “Propongo un cuerpo completamente esculpido con distintas materialidades; un cuerpo vegetal, otro natural y también animal. A veces, el cambio se convierte en la coreografía en sí.

“Me fascinan las texturas orgánicas, la tierra y las astillas sobre el cuerpo. Uso el color dorado como sinónimo de barroco para dar un poco de luz. Deseo que tengamos también esperanza. Tengo una hija de siete años y quiero creer que podamos cambiar el mundo. En la pieza, territorio y cuerpo se mezclan”, agregó.

El director escénico añadió que El grito de las medusas “nos empuja a una fantasía aterradora de sueños: una danza física, nerviosa; un ritual pagano, sacudido por las imágenes de una escenografía poderosa. Es un sueño en vigilia, una danza de la vida, de la supervivencia”.

Creada en 2007, Alan Lake Factori(e) es una compañía de danza contemporánea multidisciplinaria que combina en su trabajo la danza, el cine y las artes visuales. “Este cruce define el lenguaje particular de la agrupación, enfocado en crear universos crudos y emblemáticos en donde el ser humano se muestra inmerso en su entorno”, señaló.

El autor de coreografías como Là-bas, le lointain, Ravages y Les caveaux indicó que, a diferencia de sus anteriores obras, en El grito… los bailarines siempre están juntos. “La diferencia de esta pieza es la cualidad del contacto. Un estudio profundo de cómo el grupo puede achicar el espacio y luego hacerlo grande. Es un estudio de la danza pura”.

Lake concluyó que, cinco años después de la creación de esta obra, “podemos ver que es muy actual en la forma en que la compartimos en el escenario. Es una escultura viva que modela en territorio, puede cambiar, girar. Es una pintura en el cuerpo, con el cuerpo, con
la carne”.

Por su parte, Evoé Sotelo, directora de Danza UNAM, señaló que esta pieza posee una importancia vital. “Tiene todo qué ver con nuestros principios: hacer visible las líneas investigativas de la danza del cuerpo. La obra es compleja, parte de una pintura y dialoga de manera profunda con un espacio onírico. Nos recrea mundos vitales y violentos. Es fundamental hacer visible los alcances del cuerpo. Lo más contundente es el cuerpo en movimiento”.

Lake adelantó que trabaja en una coreografía en la que participarán 13 bailarines de diferentes edades y características. “Para apostar por la inclusión, abordaremos diversos temas a través no sólo del cuerpo perfecto”.