El jefe de Policía de San Francisco, Bill Scott. ERIC RISBERG (AP)

Los concejales del Ayuntamiento de San Francisco han votado este martes una controvertida medida para autorizar la Policía de la ciudad para que usen robots controlados a distancia que son capaces de matar a personas en situaciones de emergencia, como a los atacantes en tiroteos terroristas suicidas. Los robots no estarían equipados con armas de fuego, sino con explosivos.

Con ocho votos a favor y tres en contra, la mayoría en el consistorio de San Francisco ha acordado otorgar la opción a la Policía a pesar de las fuertes objeciones de los grupos de libertades civiles y otros grupos de supervisión policial, ha informado el periódico The Hill, recogido por Europa Press.

Los líderes policiales han pedido reiteradamente la implantación de la medida, destacando la necesidad de poder desplegar robots con fuerza letal en casos “extremadamente raros contra sospechosos violentos”. La portavoz de la Policía de San Francisco, Allison Maxie, ha afirmado en un comunicado que esos robots solo se utilizarían en circunstancias extremas “para salvar o prevenir más pérdidas de vidas inocentes”. Para los opositores a la medida, esta autorización conduciría a “una mayor militarización” de la fuerza policial que, en opinión de los grupos de libertades civiles, “ya es demasiado agresiva con las comunidades pobres y minoritarias”, según el diario.

Explosivos contra terroristas
La junta aprobó por 8 votos a 3 una enmienda que requiere que los oficiales al menos evalúen el uso de opciones de fuerza alternativas o tácticas de desescalada antes de desplegar un robot, y limita la decisión a ciertos oficiales de policía de alto rango.

Una propuesta de política similar fue rechazada en Oakland, un municipio vecino a San Francisco. Ahí, la policía trató de equipar a ciertos robots con cartuchos de escopeta reales. En un comunicado al portal de noticias local SFGATE, el Departamento de Policía de San Francisco aclaró que no buscaría armar a ninguno de sus robots con armas de fuego sino con explosivos como una “opción de fuerza intermedia” que podría resultar letal.

El subjefe del departamento policial, David Lazar, defendió esta iniciativa porque estos robots con explosivos podrían intervenir en situaciones como el tiroteo en Las Vegas en 2017 o para enfrentarse a un terrorista suicida. Los detractores consideran este enfoque “increíblemente peligroso”, acusaron al departamento de policía de difundir miedos exagerados para impulsar la propuesta. Por ejemplo, el supervisor Dean Preston se preguntó: “Estamos hablando de un tirador en un hotel completamente lleno, y la solución… ¿Sería poner un robot con bombas para volar ese hotel? ¿Vamos a utilizar un robot con una bomba para someter a un terrorista suicida?”.