El fiscal especial para el 'caso Ayotzinapa', Omar Gómez Trejo, durante una entrevista con EL PAÍS, en julio de 2020. Pablo Ferri

El fiscal especial para el caso Ayotzinapa, Omar Gómez Trejo, ha presentado su renuncia, después de un mes de presiones y choques con Alejandro Gertz, titular de la Fiscalía General de la República (FGR). Según ha podido saber EL PAÍS, Gómez Trejo decidió dejar su puesto hace semanas, decisión que ya había comunicado a las familias de los 43 y sus abogados, con los que mantenía una relación de confianza. La FGR no ha informado al respecto.

El desencuentro entre ambos viene de mediados de agosto. Entonces, el fiscal general de la República exigió a Gómez Trejo que consignara el caso contra Jesús Murillo Karam ante el juez. Primer encargado de las pesquisas tras la agresión a los estudiantes normalistas en Iguala, en septiembre de 2014, la FGR acusa a Murillo de tortura, desaparición forzada y obstrucción a la justicia.

Aunque Murillo era un objetivo a medio plazo de la Unidad Especial de Investigación y Litigio del caso Ayotzinapa (UEILCA), Gómez Trejo pidió tiempo a Gertz, un mes, para presentar el caso al juzgado. El fiscal general se negó y apartó a la UEILCA. Gertz puso las primeras audiencias del caso Murillo en manos de la Fiscalía Especializada en Asuntos Internos. Hasta el momento se desconoce el motivo de las prisas de Gertz en llevar el caso Murillo ante el juez.

La relación a partir de entonces fue complicada. Asuntos Internos ocupó la UEILCA y las decisiones sobre el caso de los 43 estudiantes dejaron de estar en manos de la unidad. Ejemplo de lo anterior fue la cancelación de 21 de las 83 órdenes de detención que obtuvo la unidad a mediados de agosto. El 7 de septiembre, la FGR pidió cancelarlas. Además, Gertz dejó sin policías ministeriales a la unidad, impidiendo su trabajo normal.