Miembros del equipo de investigación ruso recogían muestras en el lugar donde el coche que conducía Daria Dugina explotó en Moscú el domingo, en una imagen facilitada por las autoridades rusas. AP

El Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB) asegura haber resuelto en menos de 48 horas el asesinato de Daria Dugina, la hija del filósofo ultranacionalista Alexander Dugin, que falleció este sábado cuando una bomba adosada a los bajos del coche que conducía explotó cerca de Bolshie Viaziomy, a unos 40 kilómetros de Moscú. “El crimen fue planificado y cometido por los servicios especiales ucranios”, ha asegurado el espionaje ruso a través de un comunicado en el que incluso ha puesto nombres y apellidos a la supuesta autora —una ciudadana ucrania, según el FSB—, de un atentado que sucedió en un lugar en el que las cámaras instaladas por doquier en toda Rusia habían dejado de funcionar días antes. La acusación amenaza con elevar aún más la tensión entre Moscú y Kiev, dos días antes del 24 de agosto, cuando se cumplirán seis meses de la invasión rusa de Ucrania y en un momento en el que el presidente ucranio, Volodímir Zelenski, advierte de que Rusia prepara una ofensiva para esa fecha.

Según el FSB, la autora material del asesinato de Dugina, de 30 años, es una supuesta ciudadana ucrania. “La ejecutora es Natalia Pavlovna Vovk, nacida en 1979 y que llegó a Rusia el 23 de julio de 2022 junto con su hija Sofía Mijailovna Shaban, nacida en 2010″. Según el espionaje ruso, “Vovk y su hija partieron a través de la región de Pskov hacia Estonia”. El FSB ha detallado que esa mujer supuestamente alquiló un piso en Moscú y utilizó un coche modelo Mini Cooper con diferentes matrículas para vigilar a su objetivo.

El FSB no menciona más nombres ni quién era el supuesto objetivo de la bomba. Varias personas cercanas al filósofo ruso contaron que Dugin decidió no acompañar a su hija en el vehículo en el último momento e hicieron cábalas sobre si, en realidad, pudo haber sido él el auténtico blanco de quien colocó el explosivo. Tras el atentado, el hombre considerado como uno de los ideólogos de la política rusa hacia Ucrania, acudió al lugar donde su hija acababa de fallecer, según los investigadores, en el acto. Posteriormente, tuvo que ser hospitalizado por causas que no han sido detalladas.

Kiev negó este domingo las insinuaciones del Kremlin de que podría haber estado detrás del ataque. “Ucrania no tiene absolutamente nada que ver con esto porque no somos un Estado terrorista o criminal como Rusia”, dijo el principal asesor del presidente ucranio, Mijailo Podoliak.

El Comité de Investigación ruso ya había confirmado este domingo que alguien colocó un artefacto explosivo bajo el asiento del Toyota Land Cruiser que conducía Daria Dugina. “Se ha establecido que la bomba fue detonada de forma remota. Presuntamente, el automóvil fue seguido”, aseguró ese día una fuente policial a la agencia rusa TASS.

En un país con miles de cámaras por todas partes, las del aparcamiento del festival Tradición, al que había asistido este sábado Daria Dugina, no funcionaban. La mujer había acudido para presenciar una disertación de su padre. Posteriormente, la Unión de la Juventud Euroasiática hizo un llamamiento a los participantes en este acontecimiento para que conservaran sus grabaciones de móvil. “La investigación ha descubierto que las cámaras del parking no operaban, por lo que cualquier grabación puede ayudar en última instancia”, dijo a la agencia de noticias Ria Novosti la subdirectora del Centro de Expertos Geopolíticos, Natalia Makéyeva.

Mano dura
La explosión ha traído a la memoria una página que parecía pasada con Putin en el poder, las oleadas de atentados con coche bomba entre la élite en los noventa. Si bien Alexander Dugin no era ningún asesor próximo de Putin, sí era un ideólogo de referencia en el círculo más ultranacionalista que gravita en torno al Kremlin.

La televisión del empresario Konstantín Maloféyev, Tsargrad TV (Constantinopla en eslavo), instó a aniquilar hasta los cimientos al país vecino. “Tras el asesinato de Daria Platonova (Dugina), nuestro deber es destruir el arma del mal. Destruir Ucrania como Estado terrorista. No podemos existir en la misma Tierra que Ucrania. Es imposible coexistir con el mal infernal”, publicó como editorial el medio de un oligarca que ha sido acusado por Occidente y los separatistas prorrusos de patrocinar, a instancias o con el visto bueno del Kremlin, la irrupción militar que desató la guerra de Donbás en 2014.

La directora del canal estatal RT, Margarita Simonián, repitió en su perfil de Twitter varias veces la consigna “¡Centros de toma de decisiones!”, en referencia a una amenaza pronunciada hace meses por Moscú de que cualquier ataque en suelo ruso sería respondido con bombardeos contra los puntos cardinales del Gobierno y la defensa de Ucrania.

La portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, adelantó este domingo que si la investigación rusa acusaba a Kiev, entonces habría que dar un paso adelante “y se debería hablar de la política de terrorismo estatal implementada por el régimen de Kiev”.