Hace unos días Britney Spears le dio el sí a Sam Asghari tras una ceremonia en su mansión en Estados Unidos en la que lució un diseño Versace, pero no todo fue cuento de hadas ya que Jason Alexander intentó colarse tras lo cual la ‘princesa del pop’ tomó medidas drásticas al despedir a su equipo de seguridad.

Además de una mudanza de residencia con una mayor seguridad, TMZ reportó que la intérprete de ‘Toxic’ decidió renovar por completo al personal luego de que permitieran que su exesposo realizara una transmisión en vivo en la propiedad –desde el segundo nivel- portando un cuchillo como arma, por lo que fue arrestado por la policía.

Afortunadamente para Britney los hechos no pasaron a mayores entre su lista de invitados, pero ella no se quedó con un buen sabor de boca ya que se sintió expuesta debido a que solo pudo ser interceptado luego de que gritara que quería ver a su “primera y única mujer”.

¿Qué pasó con Jason Alexander?
Por medio de su abogado Mathew Rosengart, Spears se encargó de llevar el episodio a los tribunales, aunque el implicado se declaró no culpable de los cuatro cargos que enfrenta, que son de vandalismo, allanamiento de morada, agresión y delito grave de acecho.

La jueza fijó una fianza en 100 mil dólares, por lo que Alexander –con quien Britney anuló su boda en 2004 luego de 55 horas– tampoco podrá volver a acercarse a Britney o Asghari gracias a una orden de restricción que los protege por los próximos 3 años.

Estos no son los primeros cargos de Jason Alexander, quien cuenta con antecedentes penales por ingresar a la zona de seguridad en el aeropuerto de Nashville, un robo al norte de California, así como posesión y distribución de drogas, efectos bajo los que se encontró conduciendo.