Las periodistas Yesenia Mollinedo Falconi y Johana García Olvera, asesinadas el 9 de mayo de 2022 en Cosoleacaque, Veracruz.

Dieciséis impactos de bala recibieron las periodistas Yesenia Mollinedo y Johana García el pasado 9 de mayo. Dos hombres a bordo de una motocicleta les dispararon a través del cristal del coche cuando estaban estacionadas frente a un Oxxo. Sus cuerpos, sin vida, quedaron casi abrazados. Una sobre la otra, intentando protegerse del ataque. Johana, de 24 años, recostada sobre la espalda de Yesenia, de 45. Mollinedo, sentada en el asiento del conductor, apoyada en el regazo de su compañera. Cuando la mataron vestía un chaleco de color beige lleno de bolsillos con la palabra ‘Prensa’ bordada en la espalda. Ellas son las periodistas 10 y 11 que han sido asesinadas en México en lo que va de año, el país más peligroso del mundo para ejercer el periodismo.

Un día después de que México festejara el Día de las Madres, las mujeres han sido enterradas en Minatitlán y Cosoleacaque, al sur de Veracruz, una de las zonas del Estado más azotadas por la violencia. La familia Mollinedo ha dado el último adiós a la más pequeña de nueve hermanos entre lágrimas y gritos de indignación de amigos y colegas. Su madre, desconsolada, ha tenido que ser sostenida por varias personas mientras enterraban el ataúd. Yesenia Aurora Mollinedo Falconi se llamaba así por ella, Aurora Falconi. Su madre. Las dos vivían en la misma casa. “Yeni era una mujer que siempre defendía a sus compañeros. No tenía problemas, no buscaba problemas”, afirma a EL PAÍS su hermano Ramiro, también periodista.

La mujer había denunciado amenazas en su contra desde hace un año y medio por las publicaciones que hacía a través de su portal El Veraz. “En ocasiones subía información sobre el contubernio que tiene la policía con la delincuencia organizada, pero la obligaban a bajar esos videos”, asegura Ramiro Mollinedo. “Había recibido amenazas hace año y medio por ese motivo”, agrega. Mollinedo cuenta que a finales de abril y de acuerdo a lo que Yesenia le llegó a contar a su familia, “unos tipos se le quedaron viendo y le dijeron: ‘Ya te ubicamos perra”. El 5 de mayo, de regreso a casa, dos personas a bordo de un taxi persiguieron a su hermana durante varios kilómetros hasta que otro vehículo se atravesó y los pudo despistar. El 9 de mayo las amenazas se cumplieron frente a aquel Oxxo. “Queremos que se detenga no solo a los sicarios, sino al autor intelectual de la muerte de mi hermana”, enfatiza Mollinedo. La familia de la periodista denuncia que durante la noche hombres sospechosos han estado pasando frente a su casa. “También hemos recibido algunas llamadas extrañas con ruidos y después cuelgan”, señala Ramiro. “Claro que tenemos miedo”.

Mollinedo cuenta que el día en que asesinaron a su hermana, Yesenia se acercó a un operativo de la policía que había detenido a dos sujetos que portaban armas largas. Ni ella ni Johana se bajaron del coche porque habían dejado de cubrir esa fuente por miedo. Tres horas después de eso, las ejecutaron. “Los periodistas en Minatitlán ya no escribimos en contra de la delincuencia organizada, mejor escribimos notas de sociales o del Gobierno porque la información policiaca solo trae problemas”, señala el informador con más de 30 años de experiencia, dueño de otra pequeña agencia local de noticias.

La Fiscalía del Estado ha abierto una carpeta de investigación para esclarecer los hechos y el propio presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, ha asegurado que se dará una atención especial al caso. Sin embargo, 48 horas después del crimen, sigue sin haber detenidos. Ramiro Mollinedo confía en que las autoridades lograrán dar con los culpables. “Me consta que la Fiscalía y las autoridades están trabajando en el caso y ya hay algunos avances en la investigación”. Con estos dos asesinatos, son siete los reporteros que han muerto de forma violenta en Veracruz en la Administración de Cuitláhuac García, perteneciente a Morena, el partido en el Gobierno. “Que le quede claro a quien no quisiera entenderlo, en Veracruz ya no hay ni complicidades ni se tolerará estas agresiones cualquiera”, publicó el gobernador en su cuenta de Twitter. Y añadió: “Daremos con los perpetadores de este crimen, habrá justicia y no habrá impunidad como lo hemos dicho y hecho en otros casos. El Gobierno de Veracruz ya no es omiso ni cómplice, vamos tras ellos”.

Veracruz se ha convertido en un Estado peligroso para el ejercicio periodístico. Artículo 19, una organización a favor de la libertad de expresión, ha documentado 153 asesinatos de periodistas en México desde el año 2000, 31 de ellos, se cometieron en Veracruz.

Claudia Martínez, de periódico Veraz, un portal de noticias de Xalapa, afirma que el gremio se encuentra bajo constante amenaza, abatido y con temor: “La situación es terrible en el Estado, tenemos un grave problema con la inseguridad y el Gobierno no hace nada”. Martínez, que está acogida al mecanismo de protección de periodistas, reconoce estar indignada ante una situación ya “insostenible”: “No podemos hacer nuestro trabajo sin que nos maten”. José Luis Gamboa, apuñalado el 10 de enero en el Puerto de Veracruz, fue el primer reportero asesinado este año. En abril, el presunto asesino fue detenido, sin embargo, uno de los principales frentes a combatir en las muertes violentas de comunicadores continúa siento la impunidad. Artículo 19 habla de un 99% de crímenes no resueltos, algunos de los cuales se demoran intencionadamente en las Fiscalías durante años, y El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) identifica a México como el país con el mayor número de casos en total impunidad del mundo.

El 13 de marzo, Yesenia Mollinedo cumplió 45 años. Su hermano, de 60, recuerda que aquel día prepararon un rico mole para festejarle. Johana García estaba con ella, igual que aquel día en el estacionamiento del Oxxo. Además de trabajar juntas, se veía que la pareja era feliz, cuenta Ramiro. “Encontraron amor en medio de todo el caos y la violencia que las rodeaba”.