Aunque los altos precios del petróleo tendrán un efecto favorable en los ingresos públicos de México en 2022, la recaudación del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) para gasolinas y diésel podría ser negativa en caso de mantenerse la política de subsidiar el consumo de los combustibles para evitar otro ‘gasolinazo´, reveló un estudio de BBVA.
El estudio detalló que el entorno de altos precios que están sufriendo los productos energéticos y materias primas, a causa del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, también tendrán un impacto inflacionario en el país, ya que las cadenas de suministros de varias industrias ya están siendo afectadas.
Entre los principales resultados del estudio se observó que un incremento de 33.3 por ciento en el precio internacional de la gasolina tiene, por lo general, un impacto inmediato en la recaudación por IEPS de gasolinas y diésel de menos 72.8 por ciento a tasa trimestral.
De mantenerse el encarecimiento de los energéticos, se observaría una reducción adicional de 81.7 por ciento en el trimestre posterior.
Por otra parte, la inflación suele responder inmediatamente con una variación trimestral de 0.6 por ciento al incremento referido, señalaron Javier Amador y Arnulfo Rodríguez, economistas principales de BBVA.
Ambos economistas consideraron que de acuerdo con la experiencia histórica del “gasolinazo”, y en un contexto de relativa alta inflación, es muy probable que el actual gobierno evite un mayor impacto inflacionario en 2022, pero a costa de un significativo subsidio público al consumo de gasolinas.
“Anticipamos que Banco de México subirá nuevamente la tasa de referencia en 50 puntos base a 6.50 por ciento esta semana y que la llevará a niveles de 8.0 por ciento al cierre del año. Una mayor inflación que impactará el ingreso disponible de los hogares y una postura monetaria más restrictiva para acotar los riesgos inflacionarios limitarán el crecimiento económico”, advirtieron.
El economista Gerardo Leyva apuntó en el libro “Lecturas en lo que indican los indicadores”, que de acuerdo con el indicador de Bienestar Autorreportado (Biare), publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), se tiene registro de que existen algunos episodios que impactan el nivel de satisfacción con la vida que tienen los mexicanos.
Uno de estos hitos relevantes aconteció en enero de 2017, ya que en esa ocasión se observaron incrementos en el precio de los combustibles de hasta 20 por ciento, por lo que la sociedad bautizó a este suceso como ‘gasolinazo’.
“Esta situación no solamente significó una reducción de la capacidad de compra de los consumidores, sino que afectó su confianza en el gobierno”, indicó Leyva.
En enero de 2017, en una escala del 1 al 10, los niveles de satisfacción con la vida de los mexicanos arrojaron un promedio de 7.9, una de las calificaciones más bajas desde que existe el indicador.
