El vicepresidente de la Comisión Europea, Maros Sefcovic, en su intervención de este viernes al acabar la reunión con el negociador británico, David Frost. VIRGINIA MAYO (AP)

A la Comisión Europea se le acaba la paciencia con el Gobierno de Boris Johnson y las negociaciones sobre la aplicación de los acuerdos del Brexit en Irlanda. El vicepresidente y responsable del Brexit, Maros Sefcovic, ha elevado el tono este viernes tras una tercera reunión con su homólogo británico, David Frost. “Hasta ahora el Reino Unido no se ha movido, en absoluto. Encuentro esto decepcionante y, una vez más, urjo al Gobierno británico a que se implique sinceramente [en las negociaciones]”, ha valorado antes de lanzar una dura advertencia: “Invocar el artículo 16 del protocolo, tendría serias consecuencia para Irlanda del Norte y para las relaciones entre la Unión Europea y el Reino Unido en general”.

Si Londres recurre al artículo 16, esto se traduciría en una suspensión unilateral del protocolo irlandés, como se llama a la parte del acuerdo del Brexit que regula las relaciones entre la Unión Europea y Reino Unido firmado por ambas partes. El Gobierno de Boris Johnson ha amenazado reiteradamente con tomar esta medida si Bruselas no se aviene a renegociar todo el protocolo, especialmente la parte que otorga al Tribunal de Justicia de la Unión Europea el papel de árbitro final en los conflictos comerciales que puedan surgir en las relaciones entre el Ulster y los Veintisiete. El rumor de que Londres iba a activar este mecanismo había crecido en los últimos días y este viernes Sefcovic ha dado un golpe en la mesa.

Hasta ahora la Comisión Europea había tratado de rebajar la tensión. A pesar de los desafíos que se lanzaban desde Londres, la respuesta comunitaria buscaba destensar la situación. Este viernes incluso, mientras se estaba celebrando la reunión, los portavoces oficiales del Ejecutivo de Ursula von der Leyen se limitaban a decir que la Unión “buscaba soluciones” y que “mantenían conversaciones intensas”. Nada más. En cambio, un poco después, el máximo responsable político europeo de este asunto ha reaccionado con contundencia.

Para que no queden dudas de este giro, en su intervención sin preguntas Sefcovic ha aludido también al otro contencioso que Londres mantiene abierto con la Unión Europea y, particularmente, con París: las licencias de pesca en el canal de la Mancha. “El acuerdo es claro. Todos los barcos que pescaban [en la zona] deben continuar [con su actividad] y tener permisos”. Una respuesta clara al argumento que siempre da el Gobierno de Londres sobre este punto, cuando contesta que ellos han dado luz verde al 98% de peticiones.