La generación y suministro de energía eléctrica quedarían en manos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). (Shutterstock)

La reforma energética de 2013 tenía entre sus principales objetivos atraer inversión privada, generar competencia y proporcionar un marco legal confiable y transparente, sin embargo, la iniciativa del presidente Andrés Manuel López Obrador podría borrar de tajo estas condiciones, señalan expertos.

Para Rosanety Barrios Beltrán, consultora en energía, la primera gran diferencia que habría si se aprueba la iniciativa del presidente Obrador en comparación con la legislación de 2013 es que la Constitución Mexicana reconoce el derecho de los mexicanos a elegir su proveedor de energía eléctrica.

Gráfica de energías limpias.
“Resulta que ahora la generación y suministro de energía eléctrica quedarían en las manos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), eso implica desconocer un derecho de los mexicanos que ya se nos había sido reconocido”, dijo.

Otro punto preocupante, de acuerdo con la también exfuncionaria de la Secretaría de Energía, es la desaparición de órganos autónomos que regulen el mercado, ya que en ninguna parte del mundo existe algo como lo que quiere hacer la CFE.

“La iniciativa establece un monopolio integrado por parte del Estado, se le da autonomía completa a la CFE para que se autorregule, cuando la reforma de 2013 había establecido un regulador autónomo e independiente”, apuntó.

En tanto, Víctor Ramírez, analista del sector energético, apuntó que uno de los principales beneficios que se borrarán si se aprueba la iniciativa del Ejecutivo es que con la reforma de 2013, cualquier persona que tuviera los recursos tanto económicos como técnicos para desarrollar un proyecto podría generar y desarrollar energía, ahora dependerá de que el Gobierno tenga dinero para que se puedan desarrollar nuevos proyectos.

“Y uno de los puntos más importantes es que la reforma de 2013 generó transparencia en los procesos, sabíamos cuánto valía cada kilowatt-hora que se generaba, y ahora parece ser que se va a volver un organismo del Estado que mantendrá opacidad”, indicó.

Por otra parte, Oscar Ocampo, coordinador de energía del IMCO, apuntó que el espíritu de la reforma de 2013 buscaba acelerar las energías renovables en México y ahora todas esas inversiones estarán en el limbo.

“La reforma de 2013 tuvo mucho éxito al atraer 26 mil millones de dólares en inversión de energías renovables, esto se revierte con la iniciativa de reforma energética de AMLO, ya que se elimina el andamiaje institucional y los incentivos para la inversión en tecnologías verdes”, subrayó.