La alcaldesa de Roma y candidata al Ayuntamiento de la capital italiana, Virginia Raggi.

La izquierda ha logrado un notable resultado en la primera vuelta de las elecciones municipales italianas, en las que se decide el futuro de 1.192 Ayuntamientos, incluido el de las cinco ciudades más grandes: Roma, Turín, Milán, Nápoles y Bolonia, según los primeros sondeos a pie de urna. La participación fue más baja de lo esperado: la cifra provisional es de 57,9%. Pero en casi todas ellas se impondrían los candidatos de centroizquierda. Incluso en Turín, donde la derecha tenía la esperanza de poder, al menos, lograr la victoria en la primera vuelta. El segundo turno de la votación se celebrará dentro de dos semanas, pero si se confirman estos datos, la coalición que forman la Liga, Hermanos de Italia y Forza Italia no tendría posibilidades de imponerse en ninguno de esos municipios y recibiría un importante golpe.

El Partido Democrático (PD), que en algunas ciudades como Nápoles ha buscado candidatos de consenso con el Movimiento 5 Estrellas, se impondría de forma clara y cogería un gran impulso en la batalla nacional. Tras nueve meses de Gobierno Draghi, donde la política y las refriegas han estados congeladas, las elecciones municipales vuelven a activar la maquinaria electoral italiana y dan un valioso impulso al centroizquierda.

Roma se convierte, según las primeras estimaciones, en una de las pocas plazas donde la derecha puede mantener un hilo de esperanza. Enrico Michetti, el candidato elegido por la líder de Hermanos de Italia, Giorgia Meloni, ha cabalgado un desastre tras otro desde que fue nombrado antes del verano. Los primeros datos le situarían en primer lugar, pero no tan holgadamente como para pensar que tiene posibilidad de sobrevivir en la segunda vuelta. El PD no quiso arriesgar y eligió al exministro de Economía Roberto Gualtieri como la figura que debía competir con Michetti, con la alcaldesa, Virginia Raggi, y con el independiente Carlo Calenda. El extitular de Economía, hombre de discreto perfil político, da la impresión de tener la victoria asegurada si logra pasar a segunda vuelta con el candidato de la derecha. Y, según las proyecciones, habría obtenido un resultado que lo garantizaría (en torno al 25%).

Roma aporta también la medida del batacazo del viejo orden del Movimiento 5 Estrellas, que apostó por volver a presentar a Raggi, pese al evidente fracaso en la gestión de estos últimos cinco años. La actual regidora de la capital de Italia quedaría en tercera posición y mostraría el fin de ciclo de los grillinos, que deberán reformular su estrategia nacional de la mano de su nuevo líder, el ex primer ministro Giuseppe Conte. El partido desaparece así en todas las ciudades donde gobernaba y solo resiste en los lugares en los que se presentó con el PD.

La izquierda podría incluso evitar la segunda vuelta en dos ciudades. El alcalde de Milán, Giuseppe Sala, se adjudicaría un nuevo mandato con una victoria (54%-58%) netamente superior a la de Luca Bernardo (32%-36%), su rival de la derecha: un desconocido médico que eligió personalmente Matteo Salvini. La contundente derrota pasará factura al líder de la Liga, que atraviesa las horas más bajas desde que cogió las riendas del partido y afronta una posible rebelión interna por la caída libre en la que se encuentra el partido. En Bolonia, el candidato de izquierda, Matteo Lepore, también lograría la alcaldía sin necesidad de segunda vuelta. Lo mismo a lo que aspira, con los datos de los sondeos en la mano, el candidato común en Nápoles del Movimiento 5 Estrellas y el PD, Gaetano Manfredi (57%-61%).

La debacle de la derecha alcanza también la ciudad de Turín, la única gran urbe donde la coalición confiaba en obtener una victoria clara. Su candidato, el empresario Paolo Damilano (38%-42%) se situaría claramente por debajo de su rival del centroizquierda, Stefano Lo Russo (43%-47%). Una diferencia que aumentaría en la segunda vuelta, donde la derecha pierde de nuevo todo el impulso.