CIUDAD DE MÉXICO. El barítono mexicano Alfredo Daza (Puebla, 1975) celebrará su 25 aniversario como cantante de ópera con una temporada de conciertos en Alemania, España y Estados Unidos. Iniciará este verano con la interpretación de su papel número 55, que será Lord Enrico Asthon, en la ópera Lucia di Lammermoor, en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona, en seis funciones, donde compartirá escena con Javier Camarena y la soprano estadunidense Nadine Sierra.

En este momento, Daza está en Berlín, donde toma asesorías para mejorar su interpretación de Enrico. “Se supone que este papel lo debutaría el año pasado, en el Teatro Colón (Buenos Aires), pero tras este año tan oscuro (por la pandemia), se me presenta esta oportunidad en Barcelona y lo que hago es trabajar con un especialista del repertorio belcantista para que quede impecable”, dice a Excélsior.

¿Cómo define esta celebración por sus 25 años?, se le pregunta a Daza, quien fue primer barítono de la Staatsoper Unter den Linden entre 2004 y 2018, a invitación de Daniel Barenboim. “Celebro que aquí sigo, porque no ha sido un camino fácil ni sólo de victorias. He tenido mis recaídas y he aprendido. Más de 10 años le di a Berlín, que tuvo mucho que ver en mi desarrollo, y el estar en contacto continuo con el maestro Barenboim y muchos otros directores de orquesta y colegas que me han acompañado e impulsado”.

Daza, un barítono de voz potente y expresiva, ha compartido escena con figuras como Anna Netrebko, Angela Gheorghiu, Jonas Kauffmann, Roberto Alagna y Plácido Domingo, dirigido por batutas como Zubin Mehta, Simon Rattle, Antonio Pappano y Gustavo Dudamel.

Siento como si estuviera empezando un nuevo ciclo y eso me ayuda mentalmente a lo que vendrá. Estoy en un periodo de libertad, luego de otro momento de miedo (por la pandemia)”, dado que ya no pertenece a una casa de ópera, sino que trabaja de forma libre y, al igual que sus colegas, enfrentó numerosas cancelaciones en su agenda.

Y agrega: “De todos modos surgieron cosas padrísimas, como la Gala Rolex con la soprano Sonya Yoncheva, en septiembre de 2020. Lo importante es seguir adelante, no confiarme y cuidar la voz. Ahora me siento muy libre y a gusto con lo que estoy haciendo, mi pierna me duele mucho aún, pero en general algo se liberó y con los problemas personales y familiares que todos llevamos, me siento optimista y más feliz que nunca en la carrera”.

Ese dolor en la pierna es una secuela que le dejó un incidente en Alemania, cuando dos hombres lo atacaron a la entrada de su casa en mayo de 2017, en Berlín, provocándole una fractura de tibia que lo alejó de los escenarios.

Aunque fue muy feo lo que me pasó, fue una especie de reset que me ayudó a comprender cosas del canto mientras estudiaba, en silencio, Los pescadores de perlas. Ahí entendí cosas y mi canto se liberó”, dice, aunque no ha cambiado su idea de romper las barreras que impiden a las personas escuchar música clásica.

Además, creo que es un momento clave para una voz grave como la mía, para un barítono, así que estoy contento y relajado, sin empujar nada y siendo muy paciente”.

¿Realizará alguna grabación? “Tenía un plan, pero se cayó con la pandemia, por ahora es difícil acercarse a la industria discográfica”.

La agenda de Daza continuará en agosto y septiembre, con la interpretación de Sharpless en Madama Butterfly, junto a la soprano Aleksandra Kurzak, el tenor Roberto Alagna y el joven tenor mexicano Andrés Moreno García, recién nombrado solista del ensamble de la Staatsoper Unter den Linden.

Seguirá la ejecución de Ford en la ópera Falstaff, el 23 de agosto, en este mismo foro, con cuatro funciones para septiembre; y su debut como Ezio en la ópera Attila, en noviembre 23 con la Ópera de Tenerife. “Éste será mi papel número 56. Estoy muy contento porque hace mucho que lo quería cantar, pero pocas veces se realiza esta ópera”, detalla.

Y también tiene agendada la interpretación de Zurga en Les Pêcheurs de Perles, que también será su debut, para el 2 de abril de 2022, con la Dallas Opera.