El presidente de la CDU, Armin Laschet (derecha), junto al ministro presidente de Sajonia-Anhalt, Reiner Haseloff, este lunes en Berlín.CLEMENS BILAN / POOL / EFE

Las elecciones en Sajonia-Anhalt, uno de los Estados alemanes más despoblados, envejecidos y empobrecidos del país, no habrían tenido mayor relevancia de haberse celebrado en otro momento. Pero a tres meses y medio de unas legislativas que decidirán el futuro del país tras la marcha de Angela Merkel en septiembre, el voto de 1,8 millones de alemanes del Este se ha examinado al detalle en Berlín. Todos los partidos han hecho una lectura federal de los resultados de este domingo, aunque expertos como Manfred Güllner, de la casa de sondeos Forsa, insisten en que las elecciones regionales, que deciden sobre temas regionales, no se pueden extrapolar al conjunto del país.

Los conservadores de Merkel quieren ver en la victoria de Reiner Haseloff, que obtuvo el 37,1% de los votos según datos oficiales aún provisionales, un espaldarazo a su candidato a la cancillería, Armin Laschet. Como mínimo le da un respiro: el también presidente de la CDU necesitaba apuntarse un tanto después de dos elecciones regionales en marzo en las que la formación perdió votos y de varias polémicas que le habían hecho caer en las encuestas. Los analistas coinciden en que la estrategia de Haseloff de situarse como contrapunto de la formación de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD) ha sido exitosa. El miedo al auge de los extremistas movilizó a los abstencionistas y a votantes de otros partidos. Los sondeos le daban una ventaja mínima a la CDU de entre uno y tres puntos. Finalmente superó a AfD (20,8%) por 16 puntos.

El líder de los conservadores, Armin Laschet, aseguró que su defensa del centro y el claro distanciamiento de AfD son la clave de su contundente victoria en Sajonia-Anhalt, el mejor resultado de la formación en 19 años. La CDU, dijo, es un “baluarte” contra la ultraderecha, indicando así que no está dispuesto a ceder ante la corriente dentro de su partido que pide mayor acercamiento a AfD. Pese a perder votantes, esta formación sigue siendo el segundo partido más votado en el Land, por uno de cada cinco electores, y las estadísticas muestran que su mayor apoyo está entre los jóvenes menores de 25 años.

Los Verdes, que esperaban llegar a los dos dígitos animados por el éxito en las encuestas nacionales, solo mejoraron ligeramente (5,9%) su resultado de 2016. Katrin Göring-Eckardt, la líder del grupo parlamentario de los ecologistas, reconoció que el partido no había sido capaz de explicar en el Este la importancia del cambio climático y aseguró que el resultado no es extrapolable: “A nivel nacional la protección del clima sigue siendo la máxima prioridad”. Para los votantes de Sajonia-Anhalt, las preocupaciones principales en estos comicios fueron la economía y el trabajo, la protección social y la educación, muy por delante de la pandemia y del clima. Los Verdes se han llevado una decepción después de unas semanas difíciles, en las que se les ha cuestionado por la declaración de bienes del partido y por el currículum de su candidata Annalena Baerbock. La ventaja que tuvieron sobre los conservadores ya no aparece en los sondeos, que les sitúan a la par o un punto por detrás.

Los partidos de izquierda fueron los grandes perdedores. Die Linke, que obtuvo un 11% , sufrió la mayor sangría de votos (venía de un 16,3%). El presidente de su grupo parlamentario, Dietmar Bartsch, habló de “derrota amarga”. También el SPD recogió malos resultados (8,4%). “No podemos estar satisfechos”, reconoció la copresidenta del partido, Saskia Esken. El secretario general, Lars Klingbeil, apuntó a una razón: que Haseloff había logrado “polarizar” al electorado, de forma que este se viera obligado a elegir entre la CDU y la ultraderecha. Los datos de la cadena pública ARD muestran que la CDU obtuvo mucho apoyo de personas que en las anteriores elecciones no habían votado (61.000 votos de abstencionistas fueron a parar a los conservadores) o bien lo habían hecho a AfD y al SPD (22.000 votos cada uno). Otros 18.000 votantes de Die Linke también se pasaron a la CDU.