Cd. de México.- Libre, sin cargos de narcotráfico, el General Salvador Cienfuegos llegó ayer por la tarde al Aeropuerto Internacional de Toluca y durmió en su domicilio particular.
Su arribo fue a las 18:40 horas en el avión privado Gulfstream 4, matrícula N40VC, procedente del Aeropuerto de Nueva Jersey.
Ocho minutos después, el General de División en Retiro descendió de la aeronave, vestido de ropa formal y corbata, y fue conducido a una sala privada en las oficinas del hangar de la FGR, donde le practicaron un dictamen médico que certificó que su estado de salud es favorable.
Posteriormente, le notificaron que existe una investigación penal en la que se encuentra involucrado basada en la información proporcionada por EU.
“El General Cienfuegos se dio por notificado y proporcionó toda su información personal y de contacto, incluyendo domicilio y teléfono celular, donde puede ser localizado y citado para las diligencias a que haya lugar y ordene el MP, manifestando su total disposición de atender los requerimientos propios de la investigación.
“A las 19:12 horas, el General Cienfuegos se retiró de las oficinas de la FGR en el hangar de Toluca, terminándose así las diligencias ministeriales correspondientes”, se informó en un comunicado.
El ex titular de la Sedena volvió a su casa, después de 33 días de haber permanecido privado de su libertad en Los Ángeles, California, y Nueva York, acusado de supuestamente proteger a Juan Francisco Parón Sánchez, ex operador de la organización criminal de los Beltrán Leyva y líder del llamado Cártel H-2.
Ayer por la mañana, la sala del tribunal en Brooklyn permaneció en silencio cuando Salvador Cienfuegos llegaba escoltado por dos oficiales.
La Jueza Carol B. Amon, abrió la sesión aclarando que la orden de desestimación por narco y corrupción provenía de los más altos funcionarios federales.
El Fiscal Seth DuCharme reconoció que la orden procedía directamente del Fiscal General de EU, William Barr, y aunque aseguró que el caso era sólido, justificó que fue una negociación política.
“Hubo un equilibrio, francamente, entre el interés del Departamento en llevar a cabo este caso particular y el interés de EU en las relaciones exteriores”, dijo DuCharme.
Pero la Jueza le aclaró que en México lo esperaba la justicia.
“No tengo ninguna razón para dudar de la determinación del Gobierno de EU y de que las autoridades mexicanas desean sinceramente continuar con una investigación y un posible enjuiciamiento de este acusado”, señaló.
Así, en 13 minutos, Carol B. Amon firmó la orden para desestimar los cargos por conspiración criminal, lavado de dinero y narcotráfico.
Cienfuegos dejaba la cárcel de NY. Diez horas más tarde abría las puertas de su casa en la Ciudad de México.