La respuesta fiscal para enfrentar los daños por la pandemia del COVID-19 en la economía estadounidense ha sido fuerte, rápida y amplia, pero se necesitará un mayor apoyo por parte de la Reserva Federal (Fed) del país y del Congreso para recuperarse de la crisis más profunda de los últimos tiempos, afirmó el presidente del banco central de ese país, Jerome Powell.

Este llamado se da en el marco del anuncio de política monetaria y el vencimiento de los programas de apoyo económico que actualmente se discuten en Washington.

El banquero enfatizó que el apoyo debe provenir de ambos lados y también reconoció que el éxito de la recuperación dependerá del control sobre el coronavirus, debido a que hay señales del aumento de casos de contagio a lo largo del país que están pesando sobre la actividad económica.

En una conferencia, Powell señaló que tomará un tiempo volver a los niveles de actividad económica y de empleo que prevalecieron a principios de este año, y requerirá un apoyo continuo, tanto de la política monetaria como fiscal para poder lograrlo.

“El camino a seguir también dependerá de las acciones políticas tomadas en todos los niveles del gobierno para proporcionar ayuda y apoyar la recuperación durante el tiempo que sea necesario”, señaló.

Indicó que la respuesta de la Fed a la actual crisis se ha guiado por el mandato de promover el máximo empleo y la estabilidad de precios para las familias estadounidenses, y destacó que las acciones de política fiscal que se han tomado hasta ahora han sido cruciales para las empresas y los hogares.

Asimismo, aseguró que el banco central está comprometido en utilizar la gama completa de herramientas para apoyar a la economía.

Powell hizo un llamado a los responsables de la política fiscal para que brinden apoyo adicional y dijo que son bienvenidos los estímulos provenientes del Congreso que trabaja esta semana para obtener más ayuda.

La Reserva Federal dejó las tasas de interés cercanas a cero y prometió utilizar todas sus herramientas para apoyar la recuperación.

Con ello, el referencial se mantiene en el rango de 0-0.25 por ciento en el que ha estado desde el 15 marzo pasado, después de que la institución aplicó un segundo recorte de emergencia (de 100 puntos base) en el marco de la pandemia de COVID-19.

La Reserva Federal decidió el martes extender siete de sus programas de préstamos de emergencia por tres meses más, con lo que cubrirán lo que resta de 2020.

Estabilidad de mercado
Analistas de Bloomberg Economics, liderados por Tom Orlik, consideran que la Fed ha actuado de forma rápida y agresiva para garantizar que los principales mercados de capitales continúen funcionando sin problemas, evitando que una crisis de liquidez se convierta en una de solvencia. Los primeros indicios sugieren que están logrando sus objetivos. Las políticas están más orientadas a la estabilidad del mercado que al estímulo económico.

De acuerdo con analistas de Oxford Economics, las consecuencias de la pandemia reforzarán la tendencia de tasas de interés bajas a largo plazo en Estados Unidos, y prevén que cualquier movimiento al alza será gradual y limitado, con el rendimiento clave en los bonos del Tesoro a 10 años luchando por llegar al 2 por ciento para 2024.

“A pesar de la emisión récord de bonos, una recuperación económica lenta y ardua, una política monetaria extremadamente acomodaticia, una inflación anémica y una fuerte demanda de los inversionistas del sector privado mantendrán bajos los rendimientos en los próximos años”, indicaron.

Para analistas de Banorte, en la reunión de septiembre, se espera la publicación de los resultados a la revisión de la estrategia de la Fed y una modificación al forward guidance, ligándolo al objetivo de inflación.

“No esperamos que se introduzca la herramienta conocida como ‘control a la curva de rendimientos’ porque sus efectos parece que serían limitados”, indicaron.