DESTRABAN SELECCIÓN DE CONSEJEROS DEL INE . La Cámara de Diputados eligió ayer a cuatro nuevos consejeros electorales –Norma Irene Cruz Magaña, Carla Humphrey Jordan, José Martín Faz Zamora y Uuc-kib Espadas Ancona–, nombramientos que no son resultado de cuotas, afirmaron los coordinadores parlamentarios en un declaración conjunta.Foto Luis Castillo

Negociación de consejeros
Delgado: cortesías futuristas
Regresa el avión presidencial

A fin de cuentas terminaron fortalecidos el modelo de organización y gestión del Instituto Nacional Electoral (INE) en su versión tradicional; la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) y los partidos y agrupaciones que impulsaron la campaña de defensa de ese INE y, en especial, el antiobradorismo partidista que en la Cámara de Diputados avanzó (con pretensiones de pedagogía nacional y con calendario intermedio 2021 y revocatorio 2022) en la demostración de que la arrolladora mayoría de Morena-AMLO y sus aliados, en 2018 y a la fecha, puede ser convertida en una fuerza ineficaz respecto a sí misma, necesitada de negociar y ceder para tratar de seguir avanzando.

Desde el diseño del Comité Técnico de Evaluación, sus integrantes y sus formulaciones para examinar a los aspirantes, hasta el cierre del ciclo que se realizó ayer en la Cámara de Diputados con una especie de fotografía de unidad entre partidos e intercambio de elogios entre éstos por sus presuntos logros democráticos, el proceso de designación de los cuatro consejeros, conducido por el ebrardista Mario Delgado, fue regido por un criterio que privilegió las capacidades burocráticas, de conocimientos jurídicos y experiencia de campo y de entendimiento de los entretelones del funcionamiento del INE y de sus versiones estatales, los Organismos Públicos Locales Electorales.

Es decir, se instauró un criterio de continuidad de lo que ha habido y hay, no de cambios profundos y mucho menos revulsión. No se buscaron, sino que se rechazaron, los perfiles fuertes para impulsar transformaciones a la medida de los tiempos que corren; quedan conocedores de lo interno (en lo federal y lo estatal) para que el INE siga corriendo sobre rieles mejor cuidados y atendidos.

Por ello es que los nombres de los cuatro nuevos consejeros, y sus historiales, son importantes, pero no definitorios. Véase: Carla Humphrey, con un historial vinculado al panismo, aunque ahora ha colaborado con Santiago Nieto Castillo, el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera. Norma Irene de la Cruz Magaña, con experiencia como observadora electoral internacional y ex asesora del entonces senador Rutilio Escandón, ahora gobernador morenista de Chiapas. Uuc-Kib Espadas Ancona, con experiencia en el Partido de la Revolución Democrática, a cuyo nombre fue diputado federal y responsable electoral. Y Martín Faz Mora, consejero electoral en San Luis Potosí sin filiación partidista o grupal y reconocido por su integridad.

¿Cuál es el problema, entonces, para el morenismo y sus aliados, si tres de los nuevos consejeros tienen o han tenido relación con grupos o personalidades de la izquierda electoral y uno más, Faz Mora, es de corte progresista? El punto fino estriba en que la construcción de una alternativa eficaz de cambio en el INE ha quedado entrampada en los rejuegos partidistas y grupales, sin una visión de mayor aliento para esas transformaciones. El consenso de partidos, tan celebrado ayer, es una confesión de que los intereses de esas agrupaciones se sienten a salvo e incluso, como se pudo escuchar ayer, los partidos más repudiados en 2018 están retomando el discurso de civilidad, democracia y unidad por México.

Mario Delgado llevó a Morena y sus aliados a pasar de una mayoría dominante a una especie de gerencia de resultados amables, con urgencia por quedar bien con segmentos no radicales, casi como una cortesía de futurismo electoral 2024, cobrable en esa fecha a opositores agradecidos.

Ya se verán los resultados de este agitado proceso en las elecciones intermedias de 2021 y en 2022 con la muy probable consulta sobre revocación de mandato presidencial. También deberían considerar los consejeros del INE la necesidad de una nueva reforma electoral que ajuste procedimientos y garantice confianza en los resultados.

Y, mientras ha retornado a la Ciudad de México el avión presidencial, donde este lunes se realizará la conferencia presidencial mañanera, ¡hasta mañana!

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