El COVID-19 podría revertir los avances en las oportunidades económicas de las mujeres después de 30 años de progreso, señaló el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Las mujeres son especialmente vulnerables a los efectos económicos negativos de la pandemia porque tienen más probabilidades de trabajar en industrias más expuestas a las medidas de confinamiento y tienden a desempeñarse en el sector informal en países de bajos ingresos, señalaron la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, y otros en un blog publicado este martes.

Las mujeres a menudo realizan más tareas domésticas no remuneradas que los hombres y, en países en desarrollo, tienen más riesgo de abandonar la escuela producto del COVID-19, apuntaron.

En junio, en Estados Unidos, la tasa de desempleo de las mujeres en edad laboral fue 1.1 puntos porcentuales superior a la lectura de los hombres, lo que se compara con una tasa usualmente igual antes de la pandemia y la recesión resultante, según datos del Departamento de Trabajo de ese país.

“Es crucial que los encargados de política monetaria adopten medidas para limitar los perjudiciales efectos de la pandemia en las mujeres”, dijeron. Estas políticas podrían incluir extender el apoyo a los ingresos para los más vulnerables y mejorar el acceso a la atención médica y, a largo plazo, crear condiciones e incentivos para que las mujeres trabajen.

La publicación hacía referencia a políticas existentes para abordar la situación económica de las mujeres, como un derecho a permiso parcialmente pagado para padres con hijos menores de cierta edad, una coalición para aumentar la participación económica de las mujeres y un programa de subvenciones para trabajadoras informales. Austria, Italia, Portugal, Eslovenia, Francia, América Latina y Togo han instituido algunas de estas medidas.

“Estas políticas no solo son cruciales para reducir las restricciones al empoderamiento económico de las mujeres, sino que son necesarias para promover una recuperación inclusiva tras el COVID-19”, indicó el Fondo.