De acuerdo con cifras de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), al cierre del primer trimestre del 2020, se registraron un total de un millón 976 mil 60 personas desocupadas, 89 mil 855 más, comparados con el mismo periodo del 2019. Ahora con la llegada de la pandemia al país, esta situación de falta de empleos se ha venido agravando ya que miles de pequeñas y medianas empresas se vieron obligadas a cerrar, en parte por las medidas impuestas por las autoridades de salud para evitar la propagación de dicho virus. Del mismo modo grandes empresas consideradas no esenciales, fueron obligadas a cerrar, generando con esto un incremento en el índice de desempleados.
Esta situación a generado entre los mexicanos, un descontento cada vez mayor, quienes se han visto en la necesidad de protestar. Ello se puede constatar en los diversos medios de comunicación que han dado cuenta de las protestas con pancartas, de los que hoy sufren hambre y abandono gubernamental, clamando por un programa alimentario, insumos médicos y medicamentos para los hospitales, etc.
Muy a pesar de este reclamo social, el Gobierno Federal simplemente no escucha ni soluciona las peticiones de la gente, dejando en total desamparo a una inmensa mayoría de mexicanos, y así pisoteando su promesa de campaña de “primero los pobres”.
Hace ya algunas semanas que declararon la nueva normalidad, paralelamente se reanudaron las giras del presidente de la república Andrés Manuel López Obrador y junto con ellas salieron las protestas de diversos sectores de la población, quienes durante el confinamiento clamaron por alimentos, medicamentos, ahora salen a exigirle en todas sus giras que cumpla sus promesas de campaña, por las cuales llego al poder.
Las protestas siguen al mandatario a donde ha ido. En Cuernavaca, Morelos, por ejemplo, lo recibieron varios grupos de manifestantes, entre ellos los antorchistas, quienes solo han recibido la falta de atención e insensibilidad por parte de la Federación y de la Secretaria del Bienestar ante la exigencia de un programa nacional de alimentación para miles de familias que siguen en la incertidumbre, así como manifestantes que han perdido sus fuentes de trabajo durante la crisis, exigen un programa nacional de empleos, que de acuerdo al Coneval, más de un millón de morelenses sobreviven en la informalidad y arriesgan su vida todos los días buscando el pan para llevar a su hogar.
Andrés Manuel López Obrador arribó a la silla presidencial en el 2018 gracias al hartazgo de millones de mexicanos por las pésimas políticas que hundían al país en la miseria, la inseguridad, el abuso de poder y de autoridad, los engaños, los robos, etc., y no necesariamente gracias a sus labores de activista social, educador u organizador de masas populares, pues nunca lo ha sido.
El antorchismo nacional no está de acuerdo con las políticas de AMLO y morena, porque no es justo que durante su gobierno olvide a los pobres y se agudice una situación de por si deplorable, después del mal manejo de la pandemia, hay más desempleados, más inseguridad, más asesinatos y por si fuera poco, no hay crecimiento económico.
Y decimos abiertamente que estamos en desacuerdo porque el Movimiento Antorchista Nacional sí tiene un plan para dar un nuevo rumbo a la nación, mismo que se puede resumir en 4 puntos fundamentales para implementar inmediatamente: 1.- Empleo para todos, 2.- Salarios bien pagados, 3.- Reorientación del gasto social hacia los más desprotegidos y 4.- Política fiscal progresiva.
Es por eso que no nos queda otro camino que unirnos y luchar para salvar a México de la 4T, luchar por el poder político e implementar este nuevo modelo económico que permita la reivindicación de los trabajadores. Sabemos que esto es posible y por eso lucharemos, debemos crear un frente nacional progresista para formar a un gigante y derrotar a morena por la vía legal en las próximas elecciones, solo unidos podremos hacerlo, seamos pues un gigante.