El jueves próximo tendrá lugar una asamblea de la Junta de Gobierno de la Agencia de Noticias del Estado Mexicano, Notimex, de la que se esperan acuerdos e instrucciones para poner fin a la huelga en esa entidad y, tal vez, para perfilar la permanencia o no en el cargo de la actual directora general. Lo cual, creemos, no tiene por qué derivar en la derogación de la ley que creó ese organismo.

La huelga fue estallada hace casi cuatro meses y pese a ello la empresa desobedeció a la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (argumenta que interpuso un amparo), y no cesó su operación sino hasta que hace unos días la propia Junta de Gobierno se lo ordenó a la directora.

La periodista Sanjuana Martínez fue propuesta para el cargo por el presidente Andrés Manuel López Obrador y el Senado de la República dio su aprobación. Ella tomó posesión en marzo de 2019 y, en el tiempo transcurrido desde entonces, ha tenido muchas confrontaciones personales y a nombre de la institución con otros periodistas y medios, dado su estilo belicoso para defender sus razones y “su” verdad.

Llegó a Notimex con la determinación de acabar con el sindicato y su líder Conrado García, algo ciertamente necesario porque, después de muchas tensiones con antiguos directivos, ya habían tomado el control de la institución dada la permisividad del director anterior (2013-2018), Alejandro Ramos, y hasta había presuntos casos de corrupción que ya fueron denunciados sin que se sepa todavía cómo van las pesquisas.

Tuvo en ello un éxito parcial la directora, porque el líder desapareció y en un exceso de autoridad los sindicalizados fueron despedidos (lo mismo que el antiguo personal de confianza), pero ese mismo sindicato, el SUTNotimex, conservó la titularidad del contrato colectivo de trabajo y es el que declaró la huelga que ahora paraliza a la agencia sin que nada pueda hacer el SINotimex, un segundo sindicato cuya creación fue alentada por la presente administración del organismo público.

Además, no todos los despedidos aceptaron su liquidación y han demandado a la empresa, al tiempo que también los corresponsales extranjeros -a ninguno de los cuales se le renovó el contrato- han planteado su situación directamente al presidente de la República sin obtener respuesta. Una verdadera agencia sin corresponsales, es como una hamburguesa sin carne.

En la reunión del jueves 18 serán tratados estos pendientes, lo mismo que la acusación de que fueron utilizados recursos públicos para atacar desde Notimex a ex trabajadores y periodistas de varios medios, no afines a la directora. La discusión de este tema en particular fue un logro del Consejo Editorial Consultivo de Notimex que pidió a la Junta abordarlo y después de ello la directora Martínez se apresuró a buscar la renovación de algunas plazas en dicho Consejo, pero la frenaron.

Aparte, el presidente de la Junta de Gobierno pidió a la directora una serie de informes de desempeño cuya entrega -según versiones periodísticas (Aristegui Noticias)- ella solicitó posponer, porque a causa de la pandemia no los tiene preparados.

Se trata de informes prácticamente de rutina que en todo tiempo fueron requeridos a los sucesivos directores, y que siempre estuvieron a punto porque muchas veces eran para el mismo día o el siguiente. Nos consta porque en los años 90 nos tocó apoyar al director Jorge Medina Viedas para cumplir con esas exigencias, que venían de la Presidencia, la Secretaría de Gobernación o el Consejo de Administración.

Entre lo que deberá presentar la funcionaria en la reunión del jueves -siempre al decir de la fuente citada-, están lo relacionado con el impacto para Notimex en caso de perder las demandas de los empleados despedidos, y las opciones que tiene para negociar el fin de la huelga.

Desde siempre, los directores de esta agencia debieron presentar a su instancia suprema (Consejo de Administración o Junta de Gobierno) resultados al alza, tales como más ingresos propios, más suscriptores, más servicios, más noticias difundidas y mayor número de impactos (notas publicadas por los clientes), pero la actual administración llegó con sus propios proyectos sin tomar en cuenta la normatividad. Por ejemplo, difunden menos notas porque dicen haber dejado de lado los “boletines” para hacer a cambio “periodismo”, con el cual también han ganado críticas como, por ejemplo, por un servicio llamado “Verificado”, y denuncias mediáticas por supuestas órdenes de evitar o quitar de la página noticias relacionadas con funcionarios no gratos a la directora.

Notimex fue fundada en 1968 como sociedad anónima con vínculos oficiales y apoyo financiero de facto; el gobierno de Miguel de la Madrid la reconoció formalmente como agencia del gobierno supeditada a la Secretaría de Gobernación, y el de Vicente Fox la convirtió en un medio de Estado, con relativa autonomía.

Entre titulares y seis encargados del despacho Notimex ha tenido 14 directores en lo que va de este siglo, apenas 20 años (y 10 entre 1968 y 2000), lo cual da una idea de la inestabilidad de los mandos de la institución en menos de cuatro sexenios.

Sin ánimo de hacer promoción, es necesario insistir en que toda la historia de la agencia está pormenorizada en el libro de nuestra autoría “Notimex: la imagen ‘sexenal’ de México en el mundo” (Primera edición, 2019, Club Primera Plana y Comunicadores Unidos AC). Todos los conflictos anteriores al actual están allí descritos, pero también todos sus éxitos periodísticos, muchos de los cuales se debieron a los corresponsales hoy sin contrato, y otros, desde luego, a periodistas sindicalizados.

Dentro de sus 752 páginas se informa de la huelga de 35 minutos en 1992 -la única antes de la actual- y de cómo los directores se vieron presionados como ahora la directora actual por los órganos supremos de la empresa. Y, también, la forma como la agencia oficial cubrió las campañas presidenciales, el trato informativo a los candidatos y partidos oficiales y de oposición, los muchos intentos de cerrarla y los enfrentamientos o acusaciones de diversos medios como ocurre en la actualidad, los más sonados de ellos cuando el director Francisco Ortiz Pinchetti provocó a la revista Proceso y cuando con mucha soberbia la Sociedad Interamericana de Prensa pidió el cierre de Notimex.

La versión del libro registrada en Derechos de Autor termina con los acontecimientos de 2015, y la que fue impresa y está disponible en versión digital incluye lo más relevante acontecido hasta 2019, cuando comenzaban los actuales problemas. El autor pensaba al cabo de varios lustros de documentar y escribir esa historia ya había cumplido su propósito, pero le ha resultado difícil sustraerse del tema (prueba de ello es este artículo) y se mantiene al día en el seguimiento de los nuevos sucesos. Por lo que se ofrezca.