El principal especialista del Gobierno estadounidense para enfermedades infecciosas, el doctor Anthony Fauci, advirtió este martes que “las consecuencias pueden ser realmente graves” si las ciudades y estados reabren la economía con demasiada rapidez.

Habrá inevitablemente nuevos contagios de COVID-19 a medida que la gente vuelve a reunirse, pero la magnitud del rebote dependerá de la medida en que las localidades estén preparadas para ‘apagar’ esas chispas, declaró Fauci ante la Comisión de Salud, Trabajo y Pensiones del Senado.

“No cabe duda que incluso bajo las mejores circunstancias aparecerán algunos casos cuando comience la mitigación”, dijo Fauci por videoconferencia.

Y si se reabre con prisa, sin seguir las normas, “me temo que empezaremos a ver cómo los pequeños brotes se vuelven epidemias”, afirmó. “Las consecuencias serían realmente graves”.

Fauci y otros especialistas declararon el martes ante la comisión. Al mismo tiempo, el presidente Donald Trump ha está elogiando a los estados que están reabriendo luego de la prolongada cuarentena con la que se buscó contener la propagación del virus.

El presidente de la comisión, el senador republicano Lamar Alexander, indicó al iniciar la audiencia que “lo que ha hecho nuestro país hasta ahora en materia de testeo es impresionante, pero dista de ser suficiente”.

Como miembro de la comisión nombrada por la Casa Blanca para dar respuesta al COVID-19, que ha matado a decenas de miles de personas en Estados Unidos, Fauci habló por videoconferencia porque se ha sometido a cuarentena desde que un miembro del personal presidencial dio positivo por el virus.

Con la economía en caída libre y más de 30 millones de desempleados, Trump está presionando a los estados para que reabran sus negocios.

Fauci señaló previamente al diario The New York Times que las autoridades deben acatar las normas federales para una reapertura gradual, que incluye una “trayectoria descendente” de tests positivos o casos confirmados de coronavirus a lo largo de dos semanas, rastreo intenso de contactos y “vigilancia centinela” de personas asintomáticas en poblaciones vulnerables, como hogares para ancianos.

“Si pasamos por alto los puestos de control en las normas (…) corremos el riesgo de que aparezcan numerosos brotes en todo el país”, escribió Fauci.

“Esto no solo provocará sufrimientos y muertes innecesarias sino que nos hará retroceder en nuestro intento de regresar a la normalidad”.

Otros altos funcionarios citados por la comisión de Salud, Educación, Trabajo y Pensiones también comparecieron por videoenlace desde que se sometieron a cuarentena por haber estado en contacto con personal de la Casa Blanca. Lo mismo hizo Alexander, quien se declaró en cuarentena cuando un colaborador dio positivo.

Los otros expertos citados fueron el comisionado de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), el doctor Stephen Hahn; el titular de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el doctor Robert Redfield; y el ‘zar del testeo’ del Departamento de Salud, el almirante Brett Giroir.

Antes del inicio de la sesión, la audiencia ya brindaba dos lecciones al país, destacó el presidente de la ONG de salud, Trust for America’s Health, John Auerbach.

“La primera es que el virus puede impactar cualquier ambiente de trabajo o comunitario”, expresó Auerbach. “Garantizar la salud cuando existen casos será un gran reto”.

Otra lección es que los funcionarios públicos se toman muy en serio el virus al no comparecer en persona. “Aplican las normas que recomiendan a los demás”, aseveró Auerbach. “No hay un doble rasero”.