En el Auditorio “Alejandro Avilés” de la Escuela de Periodismo “Carlos Septién García”, se encuentran sendos bustos y fotografías de los periodistas que así se llamaron. En la foto, los de Septién.

Porque se cumplen el mismo día 30 de mayo tres aniversarios, ésta es una historia de antiguos y excelentes periodistas “de derecha”, como se clasificaba a quienes, además de católicos, eran afines al opositor Partido Acción Nacional (PAN), el cual en aquellos años -los 40 del siglo pasado-era muy distinto del de hoy.

Nos referimos a que en esa fecha la Escuela de Periodismo ‘Carlos Septién García’, la más antigua de México y dependiente en sus orígenes de la Acción Católica Mexicana, cumplirá siete décadas, y a que además celebrará su 60 aniversario el Club Primera Plana y también será recordado a 35 años de su asesinato el columnista Manuel Buendía Tellezgirón, quien debutó como reportero en el periódico La Nación, del PAN, cuando lo dirigía precisamente Septién.

Como sabemos, el PAN llegará a sus 80 años en septiembre próximo y su órgano La Nación no ha dejado de publicarse desde su surgimiento en 1941. Gracias a una investigación documental de Pablo Serrano Álvarez, hemos conocido cómo Manuel Gómez Morín y Efraín González Luna -fundadores del PAN en 1939- con tenacidad y muchos esfuerzos se empeñaron en crear aquel medio periodístico que entonces no pretendía ser de oposición, pero sí tener una política editorial afín al ideario panista.

En su libro Prensa y oposición política en México. La Nación 1941-1960 (publicado en 2011 durante el gobierno del panista Felipe Calderón, por el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México cuando lo dirigía José Manuel Villalpando), Serrano Álvarez menciona la correspondencia postal entre Gómez Morín, quien vivía en la Ciudad de México, y González Luna, residente en Guadalajara, donde detallaban sus planes para fundar esa publicación cuyos antecedentes fueron Voz Nacional y Boletín de Acción Nacional, este último clausurado por el gobierno de Lázaro Cárdenas.

La Nación surgió ya en el sexenio de Manuel Ávila Camacho y en un principio su director iba a ser Miguel Ordorica, de Excélsior, pero fue descartado por la sospecha de que era germanófilo, en plena Segunda Guerra Mundial. De manera que a mediados de 1941 se hizo cargo del proyecto el periodista de El Universal Carlos Septién García, quien se convirtió así en su primer director.

Septién tuvo entre sus colaboradores al poeta, dramaturgo y cronista Salvador Novo López, y entre sus reporteros al ex seminarista Manuel Buendía, quien después llegó a ser profesor de la hoy septuagenaria Escuela de Periodismo ‘Carlos Septién García’.

Aquí un paréntesis, para recordar que una de las obras de teatro de Salvador Novo se llama A ocho columnas, fue estrenada en los años 50 y repuesta en 2018 (este tecleador la vio en los 60 y saludó al autor), y se refiere a un caso real de corrupción en la prensa. Por ese argumento, Novo fue vetado por Excélsior, periódico que se sintió aludido.

En su libro Buendía, el primer asesinato de la narcopolítica en México (Grijalbo, 2012) Miguel Ángel Granados Chapa menciona que Manuel Buendía nació en 1926 en Michoacán, estudió en una escuela de monjas de la que después fue profesor, y su madre lo indujo a seguir la carrera sacerdotal, que abandonó para seguir su bachillerato en una escuela de jesuitas, ya en la Ciudad de México, y al final dejó también sus estudios en la elitista Escuela Libre de Derecho, donde no se sentía cómodo.

Buendía fue miembro de las juventudes del PAN y lector de La Nación desde su adolescencia en Zitácuaro, “no con la frecuencia que deseara pues la distribución era defectuosa”, dice Granados Chapa. Luego, “se acercó a la redacción de ese periódico y sin proponérselo explícitamente se inició en el oficio al ser contratado por Alejandro Avilés, jefe de información”.

La primera nota firmada por Manuel Buendía en el periódico del PAN data de 1948, año en que Septién dejó su cargo en manos de Avilés para dirigir la Revista de la Semana, suplemento de El Universal. Después se alejó de su filiación panista y convirtió a ese partido -dice Granados- “en blanco de sus críticas” cuando ya era el conocido autor de la columna Red privada donde hacía comentarios y revelaciones del mundo político, hasta que el 30 de mayo de hace 35 años fue segada su vida para callarlo.

La mencionada “defectuosa distribución” del órgano panista forma parte de la historia del mismo, que narra por su parte Serrano Álvarez: “los primeros números de La Nación tuvieron muchas dificultades en su hechura, impresión y distribución”, además de las de tipo financiero. En una de las cartas, Gómez Morín dice a González Luna que “el racket de distribución… explota, censura, detiene y hace todo lo posible por evitar que el periódico circule… Los que han pasado ya por el calvario, nos han desalentado en el proyecto de entablar lucha abierta con las gentes que controlan a los voceadores”.

Ya fuera de La Nación, Carlos Septién García -abogado queretano egresado de la UNAM- fue desde 1951 director de la Escuela de Periodismo que ahora lleva su nombre. Pero el 19 de octubre de 1953 perdió la vida cuando fue enviado por El Universal a cubrir una reunión de los presidentes Adolfo Ruiz Cortines de México y Dwight Eisenhower de Estados Unidos, y el avión en que viajaba tuvo un accidente en la Sierra de Mamulique.

Alejandro Hernández y Manuel Pérez Miranda, exdirectores de la Escuela de Periodismo y autores, respectivamente, de la primera y segunda ediciones (1999 y 2012) del libro El parlamento de los pueblos, que contiene la historia del plantel, dicen que éste fue fundado el 30 de mayo de 1949 y la primera clase estuvo a cargo de Alejandro Avilés quien, cuando llegó a director, logró quitarle a la institución su carácter confesional y emprendió los trámites para que la Secretaría de Educación Pública reconociera la carrera de licenciado en periodismo. El proceso comenzó en 1966, lo interrumpieron las autoridades en 1968 por la participación de los alumnos en el movimiento estudiantil, y finalmente se aprobó la incorporación oficial en 1974.

El próximo 30 de mayo, entonces, habrá tres aniversarios: celebrará 60 años el Club Primera Plana -que tiene entre sus socios a varios exalumnos de la Escuela “Septién”, incluido el tecleador-; cumplirá siete décadas ese plantel forjador de destacados periodistas (la conmemoración será el día 23), y serán recordados el fundador de La Nación Carlos Septién García y su jefe de información Alejandro Avilés, así como su reportero Manuel Buendía; éste, a siete lustros de su sacrificio.