Encabeza el secretario Víctor Villalobos Arámbula reunión con productores, industriales y autoridades federales para la integración de un plan de trabajo con una visión económica y social.

Productores e industria reconocieron el interés mostrado por el Gobierno de México y el oportuno acompañamiento de la Sader en el desarrollo de políticas públicas e iniciativas que contribuyen al crecimiento y desarrollo del sector en una forma más participativa y ordenada.
Ciudad de México, 11 de abril de 2019.- El secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula, se reunió con productores e industriales de la cadena productiva de la caña de azúcar con el objetivo de instrumentar un plan de trabajo integral orientado a la planificación productiva, sustentabilidad y la diversificación para un aprovechamiento comercial que incida en mayor impacto económico y social.

En el encuentro, el titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) aseguró que este es el momento propicio de instrumentar conjuntamente una ruta a seguir para los próximos años en un sector que es de capital importancia para el Gobierno de México por su contribución económica y componente social, y cuyo comportamiento, en el contexto internacional, requiere de nuevas respuestas en lo productivo y competitivo.

En el actual escenario, señaló, habrá que trabajar para una mejor planeación del cultivo de la caña de azúcar, con el uso de la innovación y la tecnología; la obtención de mayores rendimientos y calidad de la caña de azúcar; el fortalecimiento de esquemas de reconversión; el impulso a la producción de energías renovables (etanol) y cogeneración (bioenergía), y la diversificación de mercados.

Acompañado en esta reunión por el subsecretario de Agricultura, Miguel García Winder, el secretario Víctor Villalobos afirmó que a través del diálogo permanente y en corresponsabilidad “encontraremos nuevos modelos para el aprovechamiento de la caña de azúcar, con una visión que beneficie a todos”.

Al interior de la agroindustria se viene trabajando con cañeros e industriales en mesas de diálogo para definir las estrategias y acciones necesarias que el sector requiere para mejorar su sostenibilidad y se valora la diversificación del aprovechamiento de la caña en temas como bioetanol.

En este marco, se propuso la integración de grupos de trabajo, cuyo proceso fue explicado por el director general del Comité Nacional para el Desarrollo Sustentable de la Caña de Azúcar (Conadesuca), Luis Ramiro García Chávez.

Los grupos conformados son: Productividad en campo, Eficiencia en fábrica, Política comercial y Sostenibilidad, estos grupos definirán proyectos para alcanzar un sector más productivo y competitivo a nivel nacional e internacional.

A su vez, los representantes de la Unión Nacional de Cañeros, y de la Cámara Nacional de las Industrias Azucarera y Alcoholera, Carlos Blackaller Ayala y Humberto Jasso Torres, respectivamente, reconocieron el interés mostrado por el Gobierno de México y el oportuno acompañamiento de la Sader en el desarrollo de políticas públicas e iniciativas que contribuyen al crecimiento y desarrollo del sector en una forma más participativa y ordenada.

Contexto de la agroindustria de la caña de azúcar

La industria azucarera mundial hasta principios de los años 90 no tuvo competidores importantes. La incorporación al mercado de los edulcorantes derivados del maíz y los de alta intensidad ha provocado un cambio estructural en la composición y estructura del mercado.

En México, los Acuerdos de Suspensión marcan un punto de inflexión en la tendencia de exportación de azúcar al mercado de Estados Unidos, limitando la cantidad y calidad de azúcar exportada.

Por varios años la agroindustria azucarera de México aprovechó los beneficios derivados del TLCAN y colocó en ese mercado importantes cantidades de azúcar, estimulando la producción nacional con precios por arriba del mercado internacional, en paralelo se desarrolló el mercado nacional para el Jarabe de Maíz Rico en Fructosa (JMRF) sustituyendo grandes cantidades de azúcar que venía consumiendo tradicionalmente la industria, especialmente la de bebidas embotelladas.

Mientras que las importaciones de JMRF desde Estados Unidos fueron similares a las exportaciones de azúcar a ese país, el mercado mexicano de edulcorantes se mantuvo en equilibrio, mismo que se perdió con los Acuerdos de Suspensión.

En este ciclo azucarero el proceso de sustitución de azúcar por otros edulcorantes, aunado al incremento de la producción nacional de azúcar y las restricciones en el volumen exportado a Estados Unidos, ha ocasionado que se tenga excedente de azúcar para exportación de 37.4% respecto a la producción estimada del ciclo.

Con menos cuota para el mercado norteamericano se incrementó sustancialmente la cantidad destinada al mercado nacional y mundial, provocando una reducción sustancial de los precios cotizados en Centrales de Abasto y una expectativa de menor precio de referencia para el pago de la caña a los agricultores, lo que provocó una reacción del sector cañero ante la caída de los precios a principios de año.

Si bien la acción de los cañeros recuperó el precio en el mercado nacional, el problema de fondo es estructural, ahora se produce más caña y azúcar que no tienen mercado nacional o de exportación al mercado norteamericano y se tiene que exportar al mercado mundial con precio muy por debajo de los que pagan los otros dos mercados.

En este contexto, el Gobierno de México está haciendo las gestiones necesarias con su contraparte en Estados Unidos para recuperar la cuota azucarera que tenía hasta antes de los Acuerdos de Suspensión y en el ámbito del mercado nacional se está dialogando con la industria que consume JMRF para incrementar el consumo de azúcar de producción nacional.