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El Banco de México (Banxico) consideró que el balance de riesgos para el crecimiento local sigue sesgado a la baja y que la “fragilidad financiera” de Petróleos Mexicanos (Pemex) constituye un factor que pudiera afectar a la economía, según la minuta de su decisión de política monetaria publicada este jueves.

La actividad económica de México se desaceleró en el cuarto trimestre de 2018 en cifras preliminares, para una expansión anual de 2 por ciento, y en noviembre Banxico redujo a entre 1.7 por ciento y 2.7 por ciento su previsión de crecimiento económico para 2019.

Entre los riesgos de mediano y largo plazos que pudieran afectar las condiciones macroeconómicas, la mayoría de la Junta de gobierno del Banxico mencionó el futuro y la debilidad en las finanzas de la estatal Pemex y, en particular, el riesgo de un deterioro adicional en su calificación crediticia.

“Ello podría impactar el costo financiero del Gobierno federal y, en general, a las condiciones de acceso a financiamiento externo del país”, dijo la minuta del Banxico.

Sobre la baja en la calificación de la deuda de Pemex hecha recientemente por Fitch, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo este jueves que esta se basó en los resultados de la firma del año pasado y reiteró que está dispuesto a inyectarle más recursos de ser necesario, pero cree que los 3 mil 900 millones de dólares anunciados para este año son suficientes.

“Consideramos que lo que ya se decidió es suficiente y esperemos que, con esto, saquemos adelante a Pemex”, dijo en su conferencia de prensa matutina.

En su más reciente decisión de política monetaria, Banxico mantuvo la tasa clave en el 8.25 por ciento vigente desde diciembre, su mayor nivel en más de una década, siguiendo los pasos de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) que también reiteró en sus minutas que sería paciente sobre futuras decisiones de tasas de interés.

La mayoría de la junta de Gobierno cree que la postura de política monetaria actual es congruente con la trayectoria de convergencia de la inflación a su meta de 3 por ciento, por lo que moderó el discurso sobre la necesidad de nuevas alzas.

La debilidad en los recientes datos de inflación, así como de la actividad económica en varios mercados emergentes -incluido México-, aunado a las mayores expectativas de una política monetaria más flexible en Estados Unidos, explican la moderación en el discurso de Banxico sobre la necesidad de nuevas alzas, según un reporte de Capital Economics.

Respecto a la inflación, la mayoría de la junta dijo que el balance de riesgos sigue sesgado al alza en un entorno de marcada incertidumbre, en tanto que las expectativas de mediano y largo plazo siguen por encima de la meta permanente de 3 por ciento, en niveles de 3.5 por ciento.

Por ello, la entidad reiteró en la minuta que la política monetaria se ajustará de manera oportuna y firme para lograr la convergencia de la inflación a su objetivo.

La inflación desaceleró más de lo esperado a tasa interanual hasta enero, y el mercado prevé que en la primera quincena de febrero -dato que se publicará el viernes- logrará su menor nivel en más de dos años al ubicarse alrededor de 4 por ciento.