La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) detectó en un periodo de cuatro meses un incremento en la diferencia entre el precio que pagan las gasolineras al comprar combustible y el precio al consumidor final.
“En los ponderados nacionales el precio promedio en las Terminales de Almacenamiento y Reparto (TAR) entre septiembre- diciembre de 2018 por litro bajó 80 centavos y el precio promedio en estaciones de servicio no cambió”, explicó este miércoles Alejandra Palacios, comisionada presidente de la Cofece.
En el análisis que realizó la Comisión titulado ‘Cómo asegurar mercados competitivos de gasolinas y diésel en México’, la autoridad regulatoria expuso que del 1 de septiembre al 22 de diciembre el precio en las TAR pasó de 17.97 a 17.17 pesos el litro, es decir, bajó 80 centavos mientras que el promedio diario en las gasolineras fue de 19.10 en todo el periodo.
La explicación a ello, pudiera ser por dos motivos de acuerdo con Palacios: una, es por un mayor costo logístico de última milla y otra por un mayor margen de la estación de servicio.
De acuerdo con la Cofece, por ejemplo, en el caso de Petróleos Mexicanos Pemex (Pemex), los descuentos que ofrece a sus clientes por volumen tampoco podrían trasladarse a la venta al público, e inclusive pudieran provocar que la compañía esté vendiendo con pérdidas.
“A lo mejor Pemex tiene una ventaja porque le subsidian el transporte, además de la posibilidad de dar descuentos enormes, incluso vender con pérdidas”, indicó la Comisionada Presidenta.
En ese sentido, la Cofece puntualizó que la magnitud de los descuentos que podría estar ofreciendo Pemex Transformación Industrial, además de incentivar a sus clientes a proveerse con ellos por años, en algunos casos provocaría pérdidas a la empresa.
En cuanto a la subutlización de permisos de importación por parte de privados que han mencionado el presidente Andrés Manuel López Obrador y la titular de la Secretaría de Energía, Rocío Nahle, Palacios apuntó que gran parte de ello deriva del acceso a la infraestructura.
“Mucho hemos escuchado estos días de por qué hay empresas que tienen permisos de importación y por qué no los han podido ejercer, en parte tiene que ver con que no hay acceso de infraestructura”, dijo Palacios.
“Sin un mínimo de demanda anclada, es difícil que los privados se comprometan a importar gasolina y/o construir infraestructura, salvo que sea para Pemex”, agregó Palacios.